Malta: qué ver y las 10 razones para elegirla como tu destino favorito

Este pequeño país insular existe desde hace miles de años, por lo que no es de extrañar que rebose de lugares antiguos y auténticas maravillas arquitectónicas. Uno de los principales lugares que visitar en Malta es su capital, La Valeta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Esta ciudad es un museo viviente, donde es fácil encontrarse en el camino con palacios barrocos, grandes catedrales y murallas fortificadas. Otro lugar que no debes perderte si tienes planeado visitar Malta es la antigua ciudad de Mdina, conocida como la "Ciudad Silenciosa". Pasear por sus estrechas callejuelas, donde conviven todo tipo de edificaciones medievales, es una experiencia que te hará retroceder en el tiempo. Será difícil no rendirse a la belleza fruto de la fusión de influencias europeas, árabes y norteafricanas que han conformado el patrimonio arquitectónico de Malta a lo largo de la historia.

Aunque muchos tienden a imanar Malta como un país de ciudades con encanto y playas agua turquesa –que también–, en realidad, la isla de miel cuenta también con una asombrosa variedad de paisajes naturales. Entre los imprescindibles que ver en Malta también es necesario destacar sus espectaculares acantilados y recónditas calas en parques naturales que harán las delicias de aquellos ávidos de experiencias en contacto con la naturaleza.

Si bien uno de los monumentos naturales más famosos de Malta –la impresionante Ventana Azul, un arco natural de piedra caliza que en su día atrajo a las multitudes hasta su derrumbamiento en 2017–, existen muchos otros enclaves que nada tienen que envidiar al extinto emblema. Navegar por sus límpidas aguas y disfrutar de un paseo en barco hasta la fascinante Gruta Azul es, sin duda, una de las experiencias aquí más memorables. Esta serie de cuevas marinas están adornadas con luces de colores y se exploran mejor a través de una excursión de esnórquel o submarinismo. Así que, ya sabes, si te gustan los deportes acuáticos o quieres probar, Malta puede ser un buen destino para descubrir el fascinante mundo submarino.

Gracias a su estratégica ubicación, la gastronomía de Malta es de las más eclécticas del Mediterránea, dando lugar a recetas que fusionan de un modo fascinante los sabores típicos mediterráneos. Comer fuera es una obligación en Malta, así que prepárate para darte un capricho con algunos de los platos tradicionales malteses, como el estofado de conejo (fenek), los crujientes pasteles pastizzi y las suculentas sopas de pescado. El marisco es otro de los productos más populares y suele aparecer en los menús junto a otras sugerentes propuestas elaborados con ingredientes locales. A la hora de pedir el vino, no olvides pedir uno regional, ¡tienen vinos riquísimos! Otros planes que conquistarán a los más gourmands es visitar los animados mercados de abastos de Malta, así como sus encantadores restaurantes y sus cafés de moda. 

¿Existe mejor y manera más divertida de conocer un lugar que participando en sus fiestas populares? La cultura maltesa está profundamente arraigada en los rituales y ofrece a quienes visitan Malta un calendario repleto de festivales tradicionales y eventos culturales. A lo largo del año, la isla cobra vida con una serie de planes muy top que van desde el Festival Barroco de La Valeta hasta su animado y famoso Carnaval, uno de los más emocionantes y alegres en Europa. Se cuenta que el origen de esta fiesta proviene de la llegada del Gran Maestre de la Orden de Malta, Piero de Ponte, quien a mediados del siglo XVI introdujo una serie de normas para que el Carnaval fuera considerado un evento popular y fueran celebradas anualmente, y por todo lo alto. 

Si se desea profundizar más en las costumbres y tradiciones de la isla, sus procesiones de Semana Santa son un buen pretexto para sumergirse en la idiosincrasia cultural de lleno. También las fiestas de los pueblos, dedicadas a los santos patronos y donde celebran con fuegos artificiales, pasacalles y un ambiente de lo más festivo.

¡Llamamiento a todos los fans de Juego de Tronos! ¿Lo sabías? Malta se utilizó como lugar de rodaje de la megaexitosa serie. Mientras haces turismo por Malta, sigue los pasos de tus personajes favoritos mientras exploras la antigua ciudad amurallada de Mdina, que se transformó en Desembarco del Rey. Y no solo eso; los imponentes acantilados de la isla de Gozo fueron el telón de fondo de la boda de Daenerys Targaryen y Khal Drogo. Siéntete como si formaras parte del mundo de fantasía épica de Poniente mientras te adentras en los escenarios reales que dieron vida a los Siete Reinos. Un planazo de cine.

Hay algo en las almas isleñas que las hace irresistiblemente encantadoras, y que tiene mucho que ver con el carácter de los malteses. Los lugareños comparten un profundo sentimiento de orgullo por su isla y están deseosos de compartir su cultura y tradiciones con todo aquel que pone un pie en sus tierras. Si planeas visitar Malta, desde el momento en que pises suelo isleño serás recibido con una sonrisa y una cálida bienvenida. Esto, unido a la atmósfera relajante que se respira en la isla, hace que un viaje a Malta sea una experiencia de lo más enriquecedora y satisfactoria.

Cabe mencionar también que Malta ha ganado varios años consecutivos el título de mejor destino para turistas LGBTIQ+, superando a otros 48 países en el puesto número uno,  gracias a sus leyes, políticas y aceptación del estilo de vida favorables al colectivo. Otro signo más del carácter acogedor y tolerante del pueblo maltés.

Cuando se está de vacaciones, no hay nada mejor que llegar al destino y descubrir que podemos acceder de un modo fácil y cómodo. Y es que, además de situarse entre Europa, África y Oriente Próximo, con conexiones a los principales aeropuertos internacionales, la isla cuenta con un desarrollado sistema de transporte, taxis y coches de alquiler a disposición del viajero para explorar sin esfuerzo todos los tesoros de la isla y a nuestro propio ritmo. 

La historia milenaria de esta isla ofrece un sinfín de posibilidades y cosas que ver en Malta. Malta alberga algunas de las edificaciones más antiguas del mundo, que son de visita obligada para aquellos viajeros que quieren nutrirse de su rico legado.

Templos prehistóricos como Hagar Qim o Mnajdra transportan a los visitantes al antiguo pasado de la isla, ofreciendo una visión de cómo se vivía en ella durante la era neolítica. Reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son dos musts que no deberás pasar en tu viaje a Malta.

Más allá de visitar las bulliciosas y animadas ciudades, en Malta merece la pena dirigirse a los pueblos costeros y disfrutar de su encanto, tranquilidad y belleza atemporal. Estos pueblos encabezan la lista de los mejores enclaves turísticos de Malta y es fácil entender por qué. Pasear tranquilamente por el colorido puerto pesquero de Marsaxlokk, famoso por sus tradicionales barcas Luzzu, y su animado mercado de pescado, es ya una experiencia en sí mismo. O explorar el idílico pueblo de Marsaskala, con su pintoresca bahía y su paseo marítimo con vistas al Mediterráneo. En definitiva, si viajas a Malta, no olvides explorar sus localidades a pie de costa; auténticos refugios donde empaparse del estilo de vida local, ya sea mediante su gastronomía, sus gentes o el encanto natural de la Malta más profunda.

Si quieres conocer de primera mano uno de los mejores secretos de Malta, haz como los malteses y súbete al ferry que va hasta la isla de Gozo. Poner un pie en este sereno paraíso te hará sentir como si viajaras en el tiempo. La belleza virgen y el encanto rústico de Gozo, combinados con un ritmo de vida pausado y la oportunidad de reconectar con la naturaleza, convierten a esta mágica isla en la opción ideal para quienes buscan desconectar del mundo y reconectar consigo mismos. Explorar los espectaculares acantilados de Dwejra, visitar el pintoresco pueblo de Xlendi, enclavado en una pintoresca bahía, o pasea por la ciudadela fortificada de Victoria, la capital de Gozo, son algunas de las actividades imprescindibles en este paraíso. Difícil será no acabar enamorado de sus playas vírgenes, sus aguas cristalinas y su exuberante campiña. Si buscas relajación y un retiro tranquilo, ir de isla en isla a Gozo es una excursión perfecta de un día desde Malta.