Varsovia, la ciudad Fénix

Visitar Varsovia es buena idea en cualquier época del año. Su rica historia y esplendor cultural pueden disfrutarse sea la estación que sea, por lo que no existe un mal momento para explorar la ciudad. Eso sí, si te apetece pasar tiempo en las zonas verdes, la primavera es la oportunidad perfecta para visitar sus increíbles parques y jardines. Los meses de verano suelen ser la época más ajetreada del año en la ciudad. Sin embargo, si lo que buscas es empaparte de arte y cultura, el otoño es la época ideal para hacer turismo en Varsovia. Es también durante estos meses cuando la ciudad acoge vibrantes festivales como el Festival de Cine de Varsovia, en octubre, o su famoso Mercado de Navidad, en diciembre. Dos buenas excusas para sumergirse en las tradiciones locales y en la idiosincrasia del país.

El casco antiguo de Varsovia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los lugares más populares de la capital polaca. A pesar de los graves daños sufridos durante la II Guerra Mundial, que destruyeron el 85% del casco antiguo, la zona se reconstruyó meticulosamente después de la guerra, recurriendo a los materiales originales en la medida de lo posible. De ahí que la ciudad sea a menudo apodada como “La ciudad Fénix de Europa”. Hoy en día, el barrio se explora mejor a pie, paseando por sus calles adoquinadas enmarcadas por edificios de colores y con el mejor ambiente. Con escenas callejeras tan bonitas como estas, no es de extrañar que el casco viejo sea una de las principales cosas que ver en Varsovia.

Cuando te encuentres por la zona, un buen lugar para aprender un poco acerca de la historia de Polonia es el Castillo Real. Convertido en museo en la actualidad, en el pasado fue la residencia oficial de los monarcas polacos durante siglos. No te pierda la oportunidad de contemplar los hermosos jardines y las impresionantes vistas de la ciudad desde la terraza del castillo; una de las mejores cosas que hacer en el casco antiguo de Varsovia, prometido.

Si busca una guía conmovedora e informativa sobre el pasado histórico de la ciudad, el Museo del Alzamiento de Varsovia es uno de los mejores planes y cosas que hacer en Varsovia, sobre todo para los viajeros amantes de la historia. Este museo nació para rendir homenaje a los valientes hombres y mujeres que lucharon por la libertad de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. El Alzamiento de Varsovia es el nombre que recibe el periodo comprendido entre agosto y octubre de 1944, cuando se llevó a cabo el mayor esfuerzo militar por parte de cualquier movimiento de resistencia en la Segunda Guerra Mundial.

Las exposiciones permiten revivir este trágico momento de la historia de Varsovia y ofrecen una visión instructiva de los horrores de la guerra y la resistencia del espíritu humano. Los visitantes pueden ver aquí todo tipo de artefactos, fotografías y relatos personales que ilustran el valor y la determinación del pueblo polaco durante este oscuro periodo de su historia.

Cuando se visita un nuevo destino, la forma más rápida de conocer su cultura es a través del estómago, o lo que es lo mismo, su gastronomía. Varsovia no es una excepción. La cocina polaca es conocida por sus platos abundantes, deliciosos y llenos de sabor. Uno de los platos más populares de Polonia es el pierogi, un tipo de masa en forma de empanadilla que se elabora de diversas formas y con infinidad de sabores. Estas populares empanadas se han convertido incluso en una atracción turística de Varsovia, con multitudes acudiendo a restaurantes especializados en pierogi, como el Zapiecek, donde saborear los clásicos rellenos de queso y patata, chucrut y champiñones, o carne picada. Se sirven hervidas, fritas o al horno, y hay muchas salsas y aderezos que se pueden añadir para animar el plato. ¡Ñam!

A pesar de que Varsovia es una capital en toda regla, esta bulliciosa metrópolis alberga algunos espacios verdes perfectos para un paseo romántico o un picnic. El Parque Łazienki es el más grande de la ciudad y uno de los mejores lugares que visitar en Varsovia para los amantes de la naturaleza. Este acogedor espacio verde no solo alberga una magnífica flora y fauna, sino que también cuenta con interesantes monumentos arquitecturales, que incluye un palacio neoclásico y varios pabellones, así como hermosos jardines y un lago. 

Uno de los mayores atractivos de este parque, sobre todo para los más pequeños, es la población de pavos reales que deambulan libremente y contribuyen a dotar al parque de un halo casi mágico. Todo un remanso de paz ideal si necesitamos descansar por unas horas del asfalto.

Una de las mejores cosas que hacer y ver en Varsovia es explorar su escena artística en los museos y galerías de la ciudad. Varsovia tiene una escena artística que rivaliza con la de Praga o Viena. El Museo Nacional es quizá la oferta más impresionante de Varsovia, ya que alberga más de 830.000 obras de arte, entre pinturas, esculturas y artes decorativas. En él conviven obras de artistas polacos e internacionales, y la colección del museo abarca varios siglos.

Varsovia también alberga el Museo de Fryderyk Chopin, que celebra la vida y la música del famoso compositor. Sumérgete en su vida y su genio creativo a través de las cuidadas exposiciones, donde encontrarás multitud de fotos, partituras y recuerdos de la vida del genio polaco.

La Galería Nacional de Arte Zachęta es, por su parte, un destino de visita obligada para los amantes del arte contemporáneo. La galería acoge diversas exposiciones a lo largo del año, con obras de artistas consagrados y emergentes. El espacio cuenta también con una cafetería y una librería, lo que la convierte en un lugar perfecto para pasar un rato rodeados de cultura.

Y si eres más de street art y de grafitis, date un paseo por el barrio de Praga, situado al otro lado del río Vístula, frente al centro de la ciudad. La zona se ha convertido en un centro neurálgico de artistas callejeros, por lo que es fácil cruzarse con todo tipo de murales en sus esquinas y rincones. Sin duda, el barrio más cool y hípster de la ciudad.