Descubre la vida en República Dominicana

Punta Cana es casi un seguro de vacaciones perfectas. Las playas de Punta Cana están en el imaginario colectivo como sinónimo de paraíso, el carácter de su gente enamora a todo el que visita el país, su gastronomía invita a probar y repetir y las múltiples experiencias que pueden vivirse en su territorio convencen a cualquier viajero. Aunque hay una forma en la que asegurarse de que todo es perfecto: alojarte en un resort todo incluido y olvidarte de todo lo superfluo para concentrarse en lo importante.

Para ello, lo mejor es buscarse un hotel en Punta Cana cuya oferta hotelera es envidiable. Desde allí, conocer todos los secretos del país es mucho más sencillo y tendrás asegurado que todo vaya perfecto. Porque aunque no te lo creas, este país maravilloso no está compuesto por una sola isla; tienes muchas más para conocer y disfrutar.

Esta isla, la más grande con sus 110 kilómetros cuadrados, se encuentra al sureste del país. La mejor manera de llegar hasta ella es en las excursiones que se organizan en grandes catamaranes que parten de distintos puntos, Punta Cana entre ellos. El viaje ofrece un paisaje  único y se hace en aproximadamente hora y media. Una vez allí, estarás en el Parque Nacional Cotubanamá y podrás disfrutar de impresionantes playas con la estampa paradisíaca que corresponde a estos arenales del Caribe pero no solo eso. En isla Saona se encuentra Mano Juan, uno de los dos asentamientos del lugar compuesto de casas de madera que ilustran lo que es un pequeño pueblo de pescadores. Y si lo que se busca es algo más natural, la isla cuenta con tres lagunas, una de ellas considerada la piscina más grande del mundo, de menos de un metro de profundidad y llena de estrellas de mar.

Aunque si lo que buscas es algo más singular, lo mejor es adentrarte por alguno de los dos senderos que recorren esta isla y descubrir por ti mismo los paisajes que protagonizaron la mítica película de ‘El lago azul’. Para ello, puedes optar por el que une Punta Catuano y Mano Juan en cuyos 13 kilómetros te encontrarás con la Laguna de los Flamencos , Punta Cacón y la Cueva de Cotubanamá, con un importante legado histórico ya que en ella se escondió, sin éxito, el cacique taíno del mismo nombre. El otro sendero disponible para conocer la isla va de Mano Juan a Punta Cruz y tiene 12 kilómetros.

Cuando acabes con la tierra, puedes continuar en el mar. Acércate al arrecife de Caballo Blanco e investiga el galeón del siglo XVIII que allí se encuentra. Puedes ponerte las gafas de buceo y hacer recuento de los cañones, las anclas y los distintos objetos pertenecientes al barco que aún se conservan en el fondo marino.

Isla Catalina, situada al sureste de República Dominicana, se encuentra en una posición mucho más accesible de La Española, la isla principal. Perteneciente a la provincia de La Romana, desde allí se tarda en llegar aproximadamente una media hora en barco.  Para llegar allí desde Punta Cana, hace falta aproximadamente una hora y la gran mayoría de los hoteles en Punta Cana ofrecen excursiones programadas.

Con sus apenas 10 kilómetros cuadrados, Isla Catalina se encuentra prácticamente deshabitada  aunque es fácil visitarla. Con su impresionante barrera de coral, se ha convertido en un destino predilecto para los que buscan bucear  o iniciarse en el esnórquel en una zona conocida como El Muro que tiene más de 100 metros de profundidad y terrazas a diversos niveles en las que abundan los peces de colores y una gran variedad de corales.

Y si quieres conocer una parte algo más desconocida de Isla Catalina, solo tienes que negociar con alguno de los pescadores locales para que te lleve a alguna de las dos playas que se encuentra en el extremo opuesto de la isla –la del Norte y la del Este- y a la que no llegan las excursiones turísticas. Allí encontrarás el verdadero paraíso.

La hermana pequeña de las tres islas del sureste dominicano tiene apenas 22 hectáreas -0,22 kilómetros cuadrados- y se encuentra a algo más de 3 kilómetros al norte de Isla Saona. Junto con esta y con una parte perteneciente a La Española forman el Parque Nacional Cotubanamá. En el interior de isla Catalinita pueden encontrarse bosques de cocoteros, grandes manglares e impresionantes acantilados.

Aunque, al igual que las otras, su mayor atractivo se encuentra en los arrecifes de coral presentes junto a las playas de República Dominicana. Hay poca profundidad pero se dice que aquí las corrientes son algo más fuertes.

Isla Beata no pertenece a las llamadas islas dominicanas, situadas al sureste de la Isla de la Española, sino que se encuentra en la zona sur, junto al Parque Nacional de Jaragua, al que pertenece.  Es mucho menos accesible desde Punta Cana pero puede ser una buena opción si también planeas visitar otras zonas del país.

En sus 7 kilómetros cuadrados cuenta con tortugas marinas, cangrejos y un caracol gigante llamado lambí, típico de la zona. Además, aquí se esconde uno de los dos reptiles más pequeños del mundo, con apenas 16 milímetros. Por su posición, isla Beata fue apreciada por las tropas coloniales y los piratas aunque, hoy en día, solo la habitan las cabras.

Debe su nombre a que, según la tradición, su silueta en las noches de luna llena se asemejaba a un fantasma. Los fuertes vientos alisios que sufre dejan su marca en la vegetación de la isla que se encuentran aplastados por la dirección del viento.

Alto Velo tiene un especial interés para los amantes de las aves ya que en ella se encuentra una importante colonia de bubís y gaviotas, no en vano, aquí se encuentra una importante zona de anidamiento de República Dominicana, constituyendo la mayor colonia de reproducción de esta ave en el país.

En sus alrededores se encuentran las pequeñas islas de Piedra Negra y la isla de Los Frailes.