Seis ciudades para una experiencia 'arty'

Un buen plan para comenzar tu itinerario en la ciudad vasca es dándose un paseo por los alrededores del Museo Guggenheim, donde conviven esculturas de artistas tan top como Anish Kapoor, Salvador Dalí o Eduardo Chillida. A no perder la enorme araña de Louise Bourgeois y Puppy, el perrito gigante de Jeff Koons. No hay que dejar el distrito del Arte de la ciudad sin antes entrar en el Guggenheim Bilbao, diseñado por el arquitecto Frank Gehry, y contemplar su colección permanente, donde ver de cerca piezas de Basquiat, Jenny Holzer, Rothko o el mismísimo Warhol.

Otra parada que no puede faltar en tu recorrido es el Azkuna Zentroa, conocido también como La Alhóndiga, situado en un edificio cuya arquitectura ya vale por sí misma. Suelen organizar interesantes exposiciones temporales y otras actividades abiertas al público general. Tip: acaba tu jornada cultural con una copa en la terraza de su última planta.

Una estupenda opción para dormir en Bilbao es el Barceló Bilbao Nervión, situado en el centro de la ciudad y a 10 pasos del distrito del Arte.

La segunda ciudad más grande de Alemania tiene mucho que ofrecer. Desde barrios con mucha personalidad ­–los lujosos Altstadt y Neustadt, el alternativo St. Pauli o Schanze, el preferido de los hípsters–, a un gran número de templos dedicados al arte. En Hamburgo hay museos especializados tan variopintos como los dedicados a las miniaturas, al chocolate, al erotismo o al coche, pero nosotros te recomendamos, sobre todo, el Hamburger Kunsthalle.

El espacio de este museo del barrio de Altstadt alberga una importante colección de grandes maestros del quattrocento alemán, exponentes de la pintura holandesa del siglo XVII o representantes del arte italiano, así como un impresionante fondo de pintura internacional del siglo XIX, con obras de Renoir, Cézanne o Max Liebermann. Una de las joyas de la corona es el El Caminante sobre el mar de nubes, del paisajista romántico Caspar David Friedrich. Y si tras este atracón de arte clásico, te apetece echarte al cuerpo algo más contemporáneo, a pocos metros tienes la Affenfaust Gallerie, especializada en arte urbano y pop surrealista.

Si tu plan incluye pernoctar en Hamburgo, el hotel para urbanitas Barceló Hamburg, ubicado en el epicentro de su agitada vida cultural (40 teatros, 60 museos, 100 salas de concierto), te lo pone fácil si quieres experimentar la ciudad desde dentro.

República Dominicana es famosa por sus playas paradisiacas y sus paisajes de infarto, pero su capital Santo Domingo es también un lugar donde disfrutar del arte a gran escala, siendo conocida como “la ciudad del muralismo”. Esta práctica artística con un fuerte valor estético se basa en la ejecución de pinturas de gran tamaño directamente sobre un muro, las cuales suelen incluir códigos identitarios, y elementos de la historia y la cultura del país por medio de formas, técnicas de producción varias y composiciones cromáticas.

En Santo Domingo, los murales artísticos han pasado en los últimos años a formar parte de la esencia de la ciudad, los cuales registran la historia del país en fachadas y muros de facultades y bibliotecas, a través de acciones apoyadas desde instituciones que buscan incentivar el talento local y volver esta práctica accesible a sus ciudadanos.

En esta suerte de “museo fuera del museo·, destacan proyectos como el Obelisco “Macho”, que cada cierto tiempo es intervenido por un artista joven local; o los murales repartidos por la ciudad de artistas urbanos como Huek, Maikol, Azulizç. Nombres que continúan hoy engrandeciendo una disciplina que comenzó a asentarse en el país a mediados del siglo pasado con la obra de Eligio Pichardo, Jaime Colson o el exiliado español Vela Zanetti.

Para que no te pierdas nada de lo que ocurre en la ciudad, puedes hospedarte en Barceló Santo Domingo, un elegante y moderno hotel de 4 estrellas considerado uno de los emblemas hoteleros de la city.

¿Qué decir de Madrid que no se haya dicho ya? La capital española es sinónimo de diversión, cervezas al sol y largos domingos de Rastro, pero también de cultura y arte en todas sus vertientes. ¿Contemporáneo? El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía es un alto obligado en el camino. Con una colección permanente capitaneada por el Guernica de Picasso y piezas de Miró, Dalí, George Braque, Ángeles Santos, Juan Gris o Delaunay, la propuesta se crece con un sinfín de muestras temporales con lo más granado del arte moderno y contemporáneo en campos como la pintura, el arte digital, la escultura, la performance y el arte de acción o el arte sonoro.

Por supuesto, si visitas Madrid tienes que dedicarle un día al majestuoso Museo del Prado, considerada una de las mejores pinacotecas del mundo. Eso sí, te recomendamos dividir tu visita en dos o más días si no quieres acabar con un síndrome de Stendhal entre tanta maravilla. ¿Los imperdibles? El dos de mayo de 1808 y La Maja desnuda, de Goya; Las Meninas, de Velázquez; El caballero de la mano en el pecho, de El Greco; la Adoración de los Reyes Magos y Las tres Gracias, de Rubens; El Jardín de las Delicias, de El Bosco; y Danae recibiendo la lluvia de oro, de Tiziano.

Para completar el Triángulo del Arte como debe ser, no hay que pasar por alto el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y su colección privada, una de las más importantes del planeta, con obras que abarcan de manera cronológica siete siglos de historia. En él, podemos contemplar piezas de El Greco, Tiziano, Rembrandt, Van Gogh, Gaugin, Toulouse Lautrec, Kandinksy, Lichtenstein y un largo etcétera, además de exposiciones temporales alrededor de temáticas y obra de artistas relacionados con otros campos como la moda o el diseño.

El tour termina con un reparador descanso en el hotel Torre de Madrid, en la céntrica Plaza de España y a dos pasos de Gran Vía. Aquí, también el arte está presente de la mano de un cuidadísimo diseño firmado por Jaime Hayón, que permite a los huéspedes compartir espacio con piezas de mobiliario icónicas, fotografías y esculturas de creadores internacionales.

Visitar Egipto conlleva una serie de mandamientos para el viajero. Probablemente el más importante sea empaparse de su historia y legado en sus distintos museos. Seguramente ya hayas oído hablar del Museo Egipcio, el gran clásico, pero hay mucho más. Inaugurado en 2021, el nuevo Museo Nacional de la Civilización Egipcia, a 20 km de las Pirámides de Guiza, supone el otro gran hito del turismo actual en el país.

Fiel a su objetivo de aportar una visión dinámica del pasado y el presente de la cultura egipcia, el museo reúne en su interior una zona expositiva cronológica dividida por periodos –arcaico, faraónico, greco-romano, copto, medieval, islámico, moderno y contemporáneo–, así como siete áreas temáticas: albores de la civilización, el Nilo, la escritura, estado y sociedad, cultura material, creencias y pensamiento, y la galería de momias reales, uno de los imprescindibles del museo. A no perderse tampoco otras sorpresas como el Esqueleto de Nazlet Khater, la Esfinge de Hetepheres II o el Tesoro de Douche, situados en el hall principal.

Otros museos que no podrían faltar en este guía son el Museo de las Artes Islámicas, con una suculenta colección de objetos datados de entre los siglos VII y XIX; y el Museo Gayer-Anderson, la casa real del general que le da nombre, convertido hoy en museo y en uno de los ejemplares mejor conservados de la arquitectura doméstica autóctona del siglo XVII.

Una estupenda base desde la que conocer en profundidad los tesoros ocultos (y no tan ocultos) de la ciudad es el hotel Barceló Cairo Pyramids. Ubicado en Sharia Al Haram, una de las avenidas más famosas del país, y a solo 4 km de la mítica meseta de Guiza, nombrada Patrimonio de la Humanidad, se erige como una opción ideal desde donde visitar a pie la 7º maravilla del mundo: las famosas pirámides.

La capital de Hungría seduce a sus visitantes con su mezcla de estilos arquitectónicos, sus bellas cafeterías, sus frondosos parques y hasta sus tiendas vintage. Pero hay más. También el arte ocupa un lugar privilegiado en su idiosincrasia. Los amantes del arte encontrarán aquí desde propuestas más clásicas hasta otras de tintes más vanguardistas.

Tiziane, Rafael o Cèzanne se dan cita cada día en el Museo de Bellas Artes, situado en la Plaza de Héroes, con obras pertenecientes a la Roma clásica o el antiguo Egipto. Los amantes del grabado y el dibujo también encontrarán un espacio dedicado a estas prácticas con más de 100.000 piezas de autores como Rembrand, Goya, Da Vinci o Durero.

El Museo de Artes Aplicadas, cuyo interior y cúpulas son parte de su gran atractivo, el art nouveau ejerce de hilo conductor en un recorrido por obras y piezas de artesanos y modernistas de diferentes partes de Europa que marcaron las vanguardias del fin de siècle.

Y si lo que más te gustan son los espacios dedicados a la fotografía, te recomendamos dos planes redondos. El primero es darse una vuelta por la Hungarian House of Photography, un histórico edificio que acoge regularmente exposiciones de fotógrafos húngaros e internacionales. El segundo, visitar el Robert Capa Center, un pequeño museo destinado al octavo arte con una sala dedicada exclusivamente a la dupla de fotorreporteros Endre Erno Friedmann y Gerda Taro, figuras clave en la documentación de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.

El hotel Barceló Budapest te permite visitar estos y otros lugares clave de la ciudad del Danubio desde el distrito VI: Terézváros, famoso por su variada oferta cultural y su divertida vida nocturna.

¿Con cuál es estos destinos te quedas?