Contigo a casa: souvenirs y regalos típicos de Mallorca

Este embutido a base de carne y tocino de cerdo, pimentón, sal y especias (además de un manjar absolutamente delicioso) es todo un icono mallorquín. Puedes tomarla del tiempo o caliente, sola o en múltiples recetas. Prueba, también, la de cerdo negro mallorquín, embutida con intestinos naturales.

Tip de abuela mallorquina: para transportarla y para guardarla en casa, lo ideal es envolverla en un papel vegetal y no tardar mucho en consumirla (eso no va a suceder). No te olvides de incluir en el pack (al menos) una bolsa de quelitas, esas galletitas saladas y con aceite de oliva que se elaboran en Inca, con las que la acompañan aquí. Ojo, nadie ha dicho que sea light. Sin duda, el mejor souvenir de Mallorca para tu amigo gourmad.

Mallorca es Mediterráneo puro. También en la mesa. En sus pescados, en sus verduras y en su dieta (mediterránea), que gira en torno al aceite de oliva, con la denominación de origen Oli de Mallorca. Las variedades presentes en la isla son Mallorquina, Arbequina y Picual, que se dan, sobre todo, en la zona de la sierra de Tramuntana, al oeste de la isla. Te seguirás acordando de tus vacaciones cada vez que comas una ensalada en casa.

La zona de la Sierra Tramuntana es también lugar de cultivo de los mejores cítricos. De las famosas naranjas de Sóller (cuyo valle es conocido como el Valle Dorado), además de los riquísimos y vitaminados  zumos que beberás en el desayuno, se hace también el licor Angel d'Or (31%), de sabor afrutado y un poco amargo. Llévate una botella para tomarlo solo, innovar en tus cócteles o dar alegría a algún plato en la cocina. Si quieres que tu souvenir de Mallorca se beba, ya sabes.

Antes de que existieran las consolas o las tablets, los niños mallorquines jugaban con los siurells de fang, unas figuritas de barro que se usaban como silbatos. Se las vincula a la cultura micénica y también se creía que ahuyentaba a los malos espíritus. Si eres un nostálgico o quieres llevarte un bonito recuerdo, puedes comprarlos en Marratxí, localidad conocida como "la tierra del barro". En sus talleres alfareros (olleries) además encontrarás todo tipo de objetos artesanos hechos con este material. Un souvenir de Mallorca con el que quedar siempre bien.

Están en las revistas de decoración y en bares y restaurantes. Las has visto más de una vez pero no sabías de dónde venían. Son las telas de lenguas (tela de llengües mallorquinas), con estampados geométricos en tonos verdosos, azules o rojos, que tradicionalmente vestían las casas payesas. Están hechas con fibras naturales (normalmente algodón y lino), teñidas con tintes naturales y se las relaciona con técnicas orientales, como la del ikat. Las encontrarás en Teixt Vicens, un taller textil artesano que funciona desde mediados del siglo XIX.

Otro de los regalos más interesantes y una de las cosas típicas de Mallorca que te puedes traer de vuelta son sus famosos vasos de vidrio soplado. Se hacen artesanalmente en la isla desde el siglo XIV y en las fábricas de Lafiore y Gordiola puedes, además de comprarlos, ver el proceso de producción.

¿Te suena de algo las marcas de Camper, Farrutx, Lotusse o Yanko? Todas tienen tres cosas en común: que se dedican a hacer zapatos, que son conocidas en todo el mundo y que nacieron en la misma ciudad: Inca, cuyo sobrenombre es la ciutat de la pell (ciudad de la piel). Si durante tus vacaciones quieres aprovechar para renovar el zapatero, date una vuelta por esta localidad del centro de la isla, donde encontrarás infinidad de lugares dedicados al calzado (y a los complementos) de buena calidad y a buen precio. De hecho, hasta hay un museo del calzado y de la piel y una escultura que homenajea al oficio de los zapateros.