Los 7 mejores y más bonitos templos de Bali

Los templos de Bali se llaman Puras y, normalmente, están concurridos de lugareños llevando a cabo sus rituales, por ello hay que visitarlos con mucho respeto. Es posible que nos piden que nos tapemos piernas y hombros con un sarong, que puede alquilarse en la mayoría de los templos de la isla. Como en Bali se estima que hay alrededor de 10.000 templos vamos a contarte cuáles son los imprescindibles que no te puedes perder cuando visites la isla.

Por su ubicación, el de Tanah Lot es uno de los mejores templos de Bali en los que ver atardecer. Al estar dedicado al dios del mar, se encuentra en un islote rocoso que se adentra en el mar y, por la tarde, con la marea baja y el sol poniéndose, se convierte en uno de los favoritos de quienes visitan Bali. Aunque también es un lugar impresionante para visitar por la mañana, cuando las olas del mar rompen con fuerza contra el templo y se aprecia precisamente la fuerza del dios que este recinto venera.

Se le conoce como el Templo Madre, ya que es el templo más grande de Bali. No en vano, en su interior cuenta con otros 22 templos más. Se encuentra en las faldas del volcán Agung y es precisamente debido a su ubicación, más alejada de los principales puntos de interés de la isla, que hace que muchos viajeros lo pasen por alto. Sin embargo, su larga escalera y empinada escalera que se alza sobre siete pisos -los siete niveles del universo hinduista- es lo suficientemente impresionante como para dedicarle una visita.

Su ubicación, en la punta de una roca a unos 70 metros sobre el nivel del mar, lo convierte en uno de los más atractivos templos de Bali. Aunque sus encantos no se paran ahí, como es fácil suponer, cuenta con una espectacular puesta de sol y,  cuando llega ese momento, se produce la hipnótica danza balinesa Kecak, que dura aproximadamente una hora y que no debes perderte si visitas este espectacular templo de Bali.

A apenas 5 kilómetros de Ubud se encuentra uno de los más impresionantes templos de Bali, conocido por su gran elefante tallado en piedra y que sirve como entrada a la cueva donde reposa una estatua del dios hindú Ganesha. Además, frente a la cueva se encuentra la piscina de piedra con cinco de los siete ángeles hindúes desde cuyos jarrones salía el agua. Los jardines y el entorno, cercano al río Petanu, en el que se encuentra este templo, es impresionante en sí mismo y visitarlo nos hará sentir durante un rato como el auténtico Indiana Jones.

Las instantáneas en este templo cuentan con un truco especial, ya que se encuentra a orillas del impresionante lago Bratan y rodeado por un conjunto de montes que muchas veces cubre de niebla el templo y le da un aspecto aún más magnético, a la vez que explica también por qué está dedicado a la diosa del lago, Dewi Danu. Si tienes suerte podrás encontrar una peregrinación de campesinos, y es que para ellos este es uno de los templos más importantes, al que acuden pidiendo agua y un buen clima para sus cosechas.

Con estee nombre es de esperar que contase con unas impresionantes escaleras y así es, nada menos que 1.700 peldaños, a más de 1.000 metros de altura. Según se va ascendiendo se van conociendo los distintos templos hasta llegar al último, el de Lempuyang Luhur. El ascenso puede ser trabajoso pero, desde luego, las impresionantes vistas que esperan una vez se ha llegado arriba bien merecen el esfuerzo. Eso sí, como en otros muchos templos de Bali hay que tener cuidado con los monos, que en más de una ocasión se toman demasiadas confianzas con los visitantes.

El de Tirta Empul está considerado uno de los más sagrados templos de Bali, ya que a él es donde acuden los balineses para purificarse. Este templo consta de una piscina a la que caen doce chorros, los cuales se cree poseen cualidades curativas. Eso sí, de los doce, solo diez están disponibles, ya que los otros dos se encuentran reservados para los difuntos y sus familiares. Por el momento, los viajeros pueden participar de este ritual, pero te invitamos a que si lo haces mantengas en todo momento una actitud de respeto. Y si prefieres observar, te encantará ver como los balineses sumergen la cabeza bajo los manantiales mientras rezan.