Los mejores planes para hacer en Gran Canaria con niños

¿Hay algo más divertido que correr por dunas gigantes como si estuvieras en el desierto? Las Dunas de Maspalomas son uno de los paisajes más impresionantes de Gran Canaria. Puedes recorrerlas a pie por senderos señalizados, dejar que los niños se tiren rodando por la arena o incluso subir a alguno de sus miradores naturales para contemplar el mar y el faro al fondo. Es un lugar ideal para dejar volar la imaginación y jugar a ser aventureros en un entorno completamente diferente al de la ciudad o la playa. No olvides llevar agua, protección solar y muchas ganas de pasarlo bien.

Cuando el calor aprieta, nada como un buen parque acuático. Aqualand Maspalomas tiene atracciones para todas las edades: desde toboganes vertiginosos para los más valientes hasta zonas tranquilas con chorros y piscinas para los más pequeños. También hay zonas verdes para descansar bajo la sombra de las palmeras y restaurantes para reponer fuerzas sin salir del parque. Además, cuenta con servicios como alquiler de flotadores, taquillas y tumbonas para que la experiencia sea cómoda y completa. Ideal para pasar un día entero chapoteando y riendo sin parar.

Gran Canaria también tiene su lado cultural, y el casco antiguo de Las Palmas, conocido como Vegueta, es perfecto para una ruta urbana con niños. Sus calles empedradas, sus casonas coloniales y su ambiente tranquilo hacen que el paseo sea agradable y educativo. Puedes entrar en la Casa de Colón, donde encontrarás mapas antiguos, maquetas de barcos y salas interactivas que fascinan a los pequeños exploradores. Además, en Vegueta hay heladerías, plazas con terrazas y un ambiente seguro y relajado para pasear en familia. Subir al mirador de la Catedral de Santa Ana es otra buena idea: las vistas son espectaculares y a los niños les encanta ver la ciudad desde lo alto.

A pocos minutos de Las Palmas, se encuentra un lugar que parece sacado de otro planeta: la Caldera de Bandama. Se trata de un enorme cráter volcánico con un sendero circular que puedes recorrer con niños. La ruta, de unos 3 km, es apta para familias y ofrece vistas increíbles al interior del cráter y al paisaje volcánico que lo rodea. En la cima hay un mirador y zonas para descansar o hacer un picnic. Es una actividad perfecta para combinar naturaleza, ejercicio suave y muchas fotos impresionantes.

Si tus hijos ya son algo mayores y les gusta pedalear, en el sur de la isla encontrarás varias rutas en bici fáciles y bien señalizadas. Una de las más recomendables es el paseo que va desde Meloneras hasta el Faro de Maspalomas, un recorrido llano y junto al mar, con zonas de sombra, parques y cafeterías donde hacer paradas. También puedes alquilar bicis familiares, tándems o incluso carritos adaptados para los más pequeños. El trayecto tiene puntos de interés como el faro, los jardines de cactus y áreas de juegos. Pedalear con vistas al océano es siempre una buena idea.

Este parque de atracciones urbano es todo un planazo para ir con niños. Tiene una gran noria que ofrece vistas panorámicas de la zona, coches de choque, camas elásticas, una bolera moderna y salas de realidad virtual con juegos interactivos. También hay zonas de juego interior para los más pequeños, así como una terraza con oferta gastronómica muy variada, desde comida rápida hasta platos internacionales. Es ideal para pasar una tarde divertida después de la playa o para esos días en los que apetece un plan diferente sin salir del núcleo urbano.

Este barranco es uno de los paisajes más impresionantes de la isla, y además esconde un secreto: casas-cueva que todavía hoy están habitadas. Puedes visitar algunas, muchas convertidas en restaurantes o pequeños museos, y aprender cómo vivían los antiguos canarios en el interior de la roca. El entorno es muy tranquilo, con vegetación autóctona y rutas de senderismo sencillas. Ideal para una excursión de medio día en familia, donde los peques puedan explorar sin prisas y sentir que están viviendo una pequeña aventura prehistórica.

Gran Canaria tiene pueblos preciosos que parecen sacados de un cuento. Teror destaca por sus balcones de madera, su ambiente sereno y su mercado dominical, perfecto para probar productos locales como el chorizo de Teror o dulces tradicionales. Agaete, por su parte, combina mar y montaña: tiene un bonito puerto pesquero, un jardín botánico (el Huerto de las Flores) y piscinas naturales ideales para un chapuzón tranquilo. Ambos pueblos son ideales para pasear, hacer fotos, comprar artesanía o sentarse en una terraza con vistas mientras los niños corretean por sus seguras calles.

Ninguna visita a Gran Canaria está completa sin una tarde (o muchas) de playa. Las de Amadores y Anfi del Mar son especialmente recomendables para ir con niños: tienen aguas tranquilas y poco profundas, arena blanca y fina, zonas de sombra, duchas, baños, alquiler de hamacas y chiringuitos donde comer sin complicaciones. Además, en temporada alta suelen instalar parques flotantes en el agua (tipo hinchables), y es fácil alquilar kayaks, patinetes o tablas de paddle surf. Son playas familiares por excelencia, cómodas y seguras, donde puedes pasar todo el día sin preocuparte de nada.

Para las familias más aventureras, nada como una excursión a la montaña más alta de la isla. El Pico de las Nieves ofrece un mirador espectacular y varias rutas de senderismo sencillas para ir con niños mayores. Puedes llegar en coche casi hasta la cima y desde allí caminar unos minutos hasta el mirador principal, desde donde se ve el Roque Nublo y, en días despejados, el Teide en Tenerife. Es un lugar mágico para contemplar la isla desde las alturas, respirar aire puro y sacar las mejores fotos del viaje. Lleva abrigo incluso en verano, porque arriba refresca bastante.

En Puerto Rico (al sur de la isla), este parque temático basado en los famosos personajes de Angry Birds es un éxito asegurado para los más pequeños. Tiene colchonetas, toboganes, tirolinas, juegos de agua, zonas de escalada, mini golf y actividades organizadas para niños de distintas edades. Todo el recinto está vallado y es seguro, lo que permite que los padres también se relajen. Además, el parque ofrece zonas de sombra, cafetería y áreas de descanso. Es un lugar ideal para pasar unas horas muy activas y diferentes.

El Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, en Las Palmas, es uno de esos lugares donde aprender se convierte en un juego. Tiene salas con experimentos interactivos, un planetario donde descubrir el universo, simuladores de vuelo, robots y exposiciones pensadas para despertar la curiosidad científica. Es perfecto para niños en edad escolar, aunque los más pequeños también pueden tocar y experimentar libremente. Ideal para días nublados o para alternar con planes más activos.