Todo lo que necesitas saber antes de viajar a Bahréin, la joya del Golfo Pérsico

La que fuera, según historiadores, cuna de la civilización Dilmún en la Antigüedad, antes de pasar a manos de los imperios persas de los partos y los sasánidas, es hoy un vibrante país que atrae a viajeros de todo el mundo en busca de unas vacaciones diferentes, en las que disfrutar de paisajes difíciles de encontrar en otras zonas del mundo y dejarse maravillar por su arquitectura donde se entrelaza la cultura árabe moderna y el legado arqueológico de cinco milenios de civilización. Viajar a Bahréin es también un must para los aficionados a las carreras, ya que aquí se celebra cada año el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1.

Así que ya sabes, si estás planeando tu próximo viaje y buscas una experiencia única, has llegado al lugar indicado. En este artículo te presentamos las mejores cosas que hacer en Bahréin y alrededores, desde explorar sus mezquitas y fortificaciones hasta sumergirte en la vibrante vida local, siempre con un enfoque en un turismo consciente y respetuoso con el destino y su comunidad. ¿Un plus? Su abarcable extensión hace que sea muy fácil visitar sus principales atracciones, ¡incluso si queremos cambiar de isla!

¿Qué mejor manera de comenzar tu aventura que explorando el corazón histórico de Bahréin? El Fuerte de Bahréin, en Karbadad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio de la rica herencia de la región y uno de los sitios arqueológicos más importantes de todo el Golfo Pérsico. Gracias a las excavaciones a lo largo de los años, se han revelado aquí una gran cantidad de vestigios culturales, comerciales y militares.

Llamado originalmente Qal'at al-Bahrain, este fuerte se sitúa sobre un gran montículo artificial y fue ocupado por primera vez alrededor del 2800 a.C. Desde 2008 se encuentra abierto al público, permitiendo a sus visitantes acceder de forma gratuito a su museo, que alberga más de 500 hallazgos arqueológicos.

Una buena opción para visitar al Fuerte de Bahrein es como parte de una excursión a otros de los hotspots de la región que te recomendados en este artículo. La visita al fuerte también se incluye dentro de itinerarios de medio día que se organizan desde Manama, que suelen incluir visitas a las cámaras funerarias del Saar, el templo Barbar y los túmulos funerarios.

Manama, la capital de Bahréin, es una moderna ciudad que combina la rica historia de la región con la arquitectura contemporánea. Ubicada en la costa noreste de la isla principal de Bahréin, esta metrópolis bulliciosa es el epicentro cultural, comercial y político del país. Sus calles están impregnadas de una mezcla única de influencias árabes, persas e internacionales, lo que la convierte en un destino fascinante para viajeros de todo el mundo.

Entre sus principales atracciones turísticas se encuentran la Torre del Reloj, construida en 1932 y con un diseño que combina elementos de la arquitectura árabe e india. En contraste con estas estructuras históricas, la Ciudad Diplomática de Manama es un ejemplo impresionante de la arquitectura moderna. Aquí, rascacielos relucientes se alzan hacia el cielo, albergando embajadas, empresas multinacionales y lujosos hoteles. 

Entre ellos se destaca el World Trade Center de Bahréin, una obra maestra de la ingeniería moderna con sus icónicas torres gemelas unidas por tres puentes en forma de vela que albergan turbinas eólicas. Otras construcciones que destacan en la ciudad son la vanguardista United Tower; el Bab Al Bahrain, un edificio histórico ubicado en la Plaza de la Aduana; y el monumento Athar, dedicado a las mujeres bareiníes. 

También conocida como Centro Islámico Al-Fateh y Gran Mezquita Al Fateh, se trata de una de las mezquitas más grandes del mundo, abarcando 6500 metros cuadrados y una capacidad de más de 7000 personas. Fue construida en 1987 en honor a Ahmed Al Fateh, conquistador de Bahréin. Es también el lugar de culto más grande del Reino de Bahréin. Está situado cerca de la autopista Rey Faisal en Juffair, una localidad de la capital Manama. Uno de sus rasgos destacables es su gran cúpula, construida íntegramente en fibra de vidrio, siendo la más grande del mundo de estas características.

Para los visitantes, un recorrido por la mezquita puede ayudarnos a aprender y observar varios aspectos de la etiqueta religiosa, así como maravillarse con la exquisita arquitectura e interiores. Sin duda, una de las cosas que hacer en Bahréin si quieres entender un poco mejor la historia y costumbres de sus habitantes.

En el zoco de Manama –o Manama Souq– los aromas de especias exóticas y el colorido de los productos locales nos envuelven en una experiencia sensorial única. Situado en las calles traseras de Bab Al Bahrain –un edificio histórico de la plaza de la Aduana– en este mercadillo popular se puede comprar desde productos de electrónica o ropa hasta frutos secos, especias, narguiles, delicioso helado de mango y casi todo lo que puedas imaginar. No podrás perderte aquí el zoco del oro, el de las especias, el reino de los perfumes y los herbolarios. Toda una experiencia.

Viajar a Bahréin es también sumergirse en un mundo de sabores y aromas exóticos. Como ya habrás imaginado, la cocina aquí tiene una gran influencia árabe, con platos que se componen principalmente de carne de cordero o pollo, pescado, verduras y una gran variedad de especias que le otorgan ese sabor tan característico.

Entre los platos más típicos se encuentran el ghouzi, con cordero asado y relleno con pollo, arroz y huevos; el shawarma, carne de pollo o cordero envuelta en pan de pita; y el famoso falafel, albóndigas de garbanzo fritas servidas en pan. La cocina local de Bahréin destaca también por el uso abundante de dátiles, que pueden emplearse de diversas maneras, ya sean crudos o cocidos, con leche, miel…. Un dato: aquí el café se sirve al inicio y al final de las comidas.

Uno de los mejores enclaves del Reino donde degustar su rica gastronomía es el pueblo costero de Al Jasra (a 20 km de Manama), donde podrás disfrutar en alguno de sus restaurantes de auténticos manjares locales, como el arroz machbous o el pescado más fresco del archipiélago.

Como curiosidad, deberás saber que en Bahréin la comida se come con la mano derecha, aunque la persona sea zurda. De hecho, se considera de mala educación ofrecer o aceptar algo usando la mano izquierda. 

Para los amantes de la naturaleza y la vida salvaje, la isla de Hawar es un destino imperdible por su ambiente único y por ser el hogar de especies en peligro de extinción, siendo el punto de mayor interés del país para los observadores de aves y para el buceo. Es también un enclave perfecto para escapar de la vida urbana y sumergirnos en un remanso de paz, a través de senderos o sobre la arena de sus playas.

La isla forma parte del archipiélago de las islas Hawar y se compone de un complejo de playas continuas, un complejo de bahías y formaciones rocosas que se extienden por toda la costa este. Estas islas han sido designadas como Área Importante para las Aves y la Biodiversidad por BirdLife International, donde se pueden contemplar especies como la garza costera occidental, el cormorán de Socotora, el charrán arábigo, el charrancito de Saunders o el halcón pizarroso.

Para los aficionados al buceo o el esnórquel, el mar que rodea las islas cuenta con extensas zonas de praderas marinas y algas, y alberga un ecosistema único, con tortugas marinas y la mayor agrupación de dugongos fuera de Australia. Visitar este enclave es casi obligatorio si te gustan los deportes acuáticos y piensas viajar a Bahréin.

Al Dar Islands es, como su nombre indica, un conjunto de islas ubicadas frente a las costas de Bahréin, donde la serenidad del mar se combina con la exuberancia del paisaje.

Embarcarse en la corta travesía hacia Al Dar Islands es adentrarse en un mundo de maravillas naturales, lleno de tranquilas playas de arena blanca. Pero la verdadera magia de Al Dar Islands radica en su biodiversidad incomparable. Los arrecifes de coral que rodean las islas atesoran mundo submarino lleno de color y vida y, con suerte, incluso se pueden avistar tortugas marinas o delfines jugando en las aguas cercanas.

Además de sus encantos naturales, Al Dar Islands también ofrece una variedad de comodidades para garantizar una experiencia inolvidable. Desde restaurantes que sirven delicias locales hasta áreas de picnic y zonas de juego para niños. Una de las mejores cosas que hacer en Bahréin si no concibes unas vacaciones sin un día de playa.

Block 338 se ha ganado a pulso el título del barrio más cool de Manama; un enclave urbano donde el arte callejero cobra vida en cada esquina en murales y grafitis de artistas locales. Conocido por su escena cultural y su ambiente neobohemio, es un destino imperdible para quienes buscan sumergirse en la cultura contemporánea de Bahréin.

Pero Block 338 no solo es un paraíso para los amantes del arte, es también un festín para el paladar. Sus calles están repletas de cafeterías con mucho rollo, restaurantes internacionales y puestos callejeros que ofrecen una amplia variedad de sabores y aromas, desde platillos típicos de Bahréin hasta propuestas internacionales. Lo dicho, para todos los gustos y colores.

Además de su escena artística y gastronómica, Block 338 también es un centro de entretenimiento y cultura, donde regularmente se organizan eventos y festivales. Desde conciertos al aire libre hasta proyecciones de cine y mercados de artesanía. 

Si piensas viajar a Bahréin y te gustan los museos históricos, apúntate esta dirección. Alojado en un sofisticado edificio posmoderno frente al mar en Manama, el Museo Nacional de Bahréin envuelve al visitante en una atmósfera de misterio y descubrimiento. Una de las joyas de este museo es su destacada colección de artefactos arqueológicos, que incluyen cerámica antigua, cuentas de ágata y cornalina, urnas funerarias de barro cocido y joyas exquisitamente elaboradas que dan testimonio de la habilidad y la creatividad de las civilizaciones pasadas. También podrás explorar réplicas de sitios arqueológicos importantes, como las antiguas tumbas de Dilmun, que arrojan luz sobre la fascinante historia de Bahréin como centro de comercio y cultura en la antigüedad. 

Una de las mejores cosas que hacer en Bahréin (además de una de las más mágicas) es visita el famoso árbol de la vida o Shajarat-al-Hayat. Se trata de un árbol de mezquite solitario situado en el desierto, muy cerca del punto más alto de Bahréin. Aproximadamente 400 años y con casi 10 metros de altura, el árbol ha seguido creciendo a pesar de las temperaturas extremas. De hecho, la fuente de agua del árbol sigue siendo un misterio, convirtiéndose en una leyenda mística del país. Al parecer, el árbol se ha aprovechado de un manantial subterráneo que nadie consigue encontrar, lo que ya en sí puede considerarse como una auténtica hazaña de la naturaleza. No obstante, muchos habitantes de Bahréin creen que el árbol está cuidado por Enki, el mítico Dios del agua, mientras que otros están convencidos de que es el último vestigio del Jardín del Edén.

La mejor manera de ver el Árbol de la Vida es haciendo un recorrido organizado, que normalmente incluye otras atracciones en el desierto, como el Fuerte Sheikh Salman Bin Ahmed Al-Fateh o el primer pozo de petróleo. Eso sí, si decides ir, procura ser lo más respetuoso posible con el árbol y el entorno, es decir, no se te ocurra marcar tu nombre en la corteza o escribir tu nombre en él como hacen muchos turistas. 

Si eres fan de las carreras, seguramente ya sepas que en Bahréin tiene lugar cada año el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1, y muy probablemente asistir en vivo y en directo a este gran acontecimiento sea para ti uno de los mayores alicientes para viajar a la isla. El certamen, consolidado como uno de los más importantes del mundo, tiene lugar en el circuito de Sakhir, ubicado a las afueras de la ciudad de Manama, en mitad del desierto. Puedes consultar fechas en su web si quieres ir organizando tu próximo viaje a Bahréin.