Destinos infalibles para viajar con niños en invierno por España y Europa

En este artículo te soplamos los mejores destinos dónde viajar con niños en invierno por España y Europa y algunos de los planes más originales que podéis hacer en cada uno de ellos. ¿Una escapada rural? ¿Una ciudad centroeuropea? ¿O una gran capital? 

Este pueblo de la sierra de Huelva es uno de los mejores enclaves de nuestra geografía para practicar turismo rural. Y es que en la Sierra de Aracena el tiempo se detiene mientras conocemos de cerca la tradición y las bondades de un parque natural que forma parte de la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena.. Si os gusta esta modalidad de escapada, Aracena será, sin duda, un acierto si buscas un lugar donde viajar en invierno con niños . Ficha estos planes que encantarán a mayores y peques.

La Gruta de las Maravillas es un auténtico capricho de la naturaleza que deja ojipláticos a todo aquel que tiene la suerte de poder adentrarse en sus galerías y salas para admirar las bellas formaciones rocosas provocadas por la filtración del agua y el paso del tiempo.

Esta famosa cueva de Aracena, situada en pleno centro del municipio, cuenta con formaciones de estalactitas y estalagmitas, columnas, gours, coladas, pisolitos, excéntricas y cortinas. Se puede conocer a través de un paseo por sus 1.200 metros subterráneos, y recorriendo los tres niveles que la componen, pudiendo acceder a espacios tan especiales como El Gran Salón, La Catedral o el Lago de la Esmeralda. Una actividad que enamorará a los más intrépidos de la familia. 

Visitar el Castillo es una de las mejores actividades que hacer en Aracena en familia. Se trata de un auténtico tesoro histórico, con orígenes que se remontan al siglo XIII. Explorando sus pasillos, torres y murallas, los niños se sumergirán en la historia de España mientras se lo pasan en grande. Se sentirán auténticos caballeros descubriendo sus altas torres y recorriendo sus murallas, disfrutando a su vez de impresionantes vistas panorámicas. Una buena idea para conocerlo en profundidad es hacerlo mediante una visita guiada, disponible todos los días de la semana.

Esta ruta es perfecta si queremos adentrarnos en el paisaje aracenense en compañía de niños, ya que presenta un nivel de dificultad bajo y, en sus poco más de tres kilómetros, podemos encontrar un sinfín de enclaves de gran belleza.

La ruta comienza en el área recreativa de El Talenque y recorre un precioso paisaje lleno de alcornoques, olivos, castaños y encinas. Se encuentra bien señalizado y es apto para la mayoría del público y mascotas. Durante esta ruta os adentraréis en senderos rodeados de frondosos bosques y arroyos cristalinos, mientras cruzáis pequeñas aldeas donde descubrir de cerca la vida rural de la sierra. Valdelarco, el destino final de la ruta, es un auténtico tesoro de la región. Sus calles empedradas, casas blancas y la iglesia del siglo XVIII os transportarán en el tiempo. Una ruta que, sin duda, disfrutará toda la familia.

Si te preguntas por un destino donde viajar con niños en invierno y poder combinar turismo cultural y planes con los que disfrutar a lo grande, Madrid es el destino. Además, escaparse a la capital en estos meses os permitirá disfrutar de la ciudad en su máximo esplendor, sin sufrir sus altas temperaturas estivales y participando en su vida cultural.

Uno de los grandes reclamos de ocio de la ciudad de Madrid y que más familias atrae cada año son sus musicales. Además del archiconocido El Rey León, hay muchos otros que aterrizan cada año a los principales teatros. En esta web podrás consultar toda la cartelera para que podáis ir planeando vuestra visita.  

No es ningún secreto que Madrid cuenta con uno de los mejores parques de atracciones de Europa. Pasar un día entre montañas rusas, casas del terror y tíos vivos es uno de los mejores planes que se pueden hacer con niños en invierno en la ciudad de las mil y una opciones.

Entre sus atracciones más populares para todas las edades se encuentran La Aventura de Dora, Al bosque con Diego, Los Rápidos, las Sillas voladoras o Los Globos locos. Aunque si los mayores buscáis una dosis más fuerte de adrenalina, siempre podéis probar algunas de sus imponentes montañas rusas como el Abismo o la Lanzadera.

Para llegar al parque, una buena opción que encantará a los pequeños es hacerlo en teleférico, en un trayecto de 11 minutos desde el Paseo Pintor Rosales hasta la Casa de Campo. Además de una inmejorable antesala a un día en el parque de atracciones, el paseo en teleférico os permitirá obtener unas bellas vistas del pulmón verde de Madrid.

El Teatro de Títeres de El Retiro es uno de los planes más típicos de Madrid del ocio para niños, cuya actividad  no ha cesado desde mitad del siglo pasado. Tanto es así que muchos abuelos que venían de pequeños vienen ahora con sus nietos.

Las funciones son al aire libre, por lo que es importante venir bien abrigado, sobre todo en los meses de invierno. Se trata de una actividad gratuita, pero para asistir es necesario reservar antes las entradas en su web. Si quieres vivir una mañana de fin de semana llena de risas y tradición, añadid el Teatro de Títeres entre vuestras actividades en la capital.

¿Te imaginas llegar al hotel tras un largo día de turismo por Madrid y encontrarte con un piano gigante que puedes tocar saltando de tecla en tecla? Seguramente, a ti también te habrá venido a la cabeza Tom Hanks en la película Big. Pues esta es solo uno de los miles de guiños que el hotel Barceló Imagine hace al universo musical en sus instalaciones. Desde alquiler de instrumentos a habitaciones inspiradas en estrellas del rock o el desayuno preferido de John Lennon. Una experiencia con mucho ritmo que disfrutarán las familias más melómanas.

Valencia es desparpajo, diversión, cultura a raudales y un montón de actividades para hacer con los peques. Su buen clima lo convierten en una estupenda opción para viajar con niños en invierno y disfrutar de sus parques, animadas calles y plazas. Entre todo lo que puedes hacer en la capital del Turia, seleccionamos tres planes que no defraudan.

Este centro lúdico-cultural de Valencia es uno de los grandes atractivos de la capital de la Costa Blanca. Dedicado a la divulgación científica, la Ciudad de las Artes y las Ciencias ofrece varios centros donde aprender y divertirse al mismo tiempo. Destacan el Hemisfèric, la sala de cine más grande de España, con cine digital 3D; el Océanogràfic, el mayor acuario de España; y el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, con exposiciones sobre ciencia donde los pequeños podrán tocar todo a su alrededor, explorando y experimentando por ellos mismos en un itinerario lleno de emoción y descubrimientos. 

En el Antiguo Almacén de Dientes los niños pueden descubrir todo sobre el mundo de los dientes y el simpático ratoncito Pérez. Los conductos por los que se transportan los dientes, un tren eléctrico en altura que transporta dientes, una biblioteca llena de libros de ratones o una ciudad en miniatura hecha a medida para los roedores. Un lugar mágico y especial donde realizar una visita teatralizada, talleres, conocer la vida secreta de los roedores o ver un teatro de marionetas. ¡El Ratón Pérez os espera!

El Parque Gulliver es un parque situado en el valenciano Jardín del Túria. La principal atracción de este lugar es una escultura monumental de Gulliver de 70 metros, a la que se puede acceder a través de rampas, toboganes y escaleras. Este peculiar parque representa el momento exacto en el que Gulliver llega al país Lilliput, habitado por los diminutos liliputienses. La figura está realizada a una escala gigante para que los visitantes del parque representen a los habitantes de Llilliput cuando paseaban sobre el cuerpo del personaje Gulliver. Un parque urbano ideal para un descanso y el disfrute de los pequeñajos entre visita y visita.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la capital de la isla de Malta, es lo más parecido un museo viviente, donde es fácil encontrarse en el camino con palacios barrocos, grandes catedrales y murallas fortificadas. La Valeta es también un destino infalible al que viajar con niños en invierno, ya que cuenta con un puñado de atracciones pensadas para que los peques se lo pasen en grande. Rescatamos tres imperdibles de la isla de la miel para una escapada en familia. 

Si tus hijos son fans del universo Playmobil, este es su paraíso. El Playmóbil Fun Park, la fábrica de este legendarios muñecos en Malta, es también un pequeño museo. Y es que en Malta se encuentra la segunda fábrica del mundo de Playmóbil, y se diferencia de otras precisamente en que esta puede ser visitada. Aunque la zona donde se encuentra no es muy atractiva –en un polígono industrial a 8 kilómetros de La Valleta– la visita merece y mucho la pena. Tras la entrada (unas puertas de un castillo medieval), hay una zona de juegos con dos áreas: en una hay una comisaría y la cárcel y en la otra un teatro, con los personajes de tamaño real. La fábrica cuenta también con una cafetería y una tienda, donde venden productos Playmóbil y donde se puede adquirir una pieza única: el Gran Maestre de la Orden de la Cruz de Malta. En el patio hay una granja con caballos en los que pueden montarse, un barco pirata y un patio de armas con un trono. 

El Popeye’s Village (“pueblo de Popeye” en castellano) está situado en Anchor Bay, a 40 minutos en coche desde La Valeta, y es una de las grandes atracciones del país para las familias que viajan a la isla. Se trata en realidad de un plató cinematográfico escenario del live action Popeye, de Robert Altman y protagonizada por Robin Williams en 1980.

El plató creado por Paramount Pictures y Walt Disney Productions es hoy un museo al aire libre y en parque de atracciones, formado por 19 edificios de madera, siguiendo el estilo del típico pueblo americano de los años 20. Allí, los pequeños podrán ver a los famosos personajes del comic como Olivia, Cocoliso o Pilón.

En las afueras de Zurrieq, en la parte sur de Malta (a unos 13 km de la Valeta), se encuentran las cuevas naturales de Blue Grotto, traducido como La Gruta Azul; una serie de cuevas marinas excavadas por la naturaleza bajo acantilados de roca. Para visitarla es necesario atravesarla en los antiguos y coloridos barcos pesqueros en forma de góndola típicos de Malta. Los viajes para visitar las cuevas funcionan dependiendo del clima y si el mar lo permite, ya que las barquitas deben pasar por cuevas muy estrechas donde el agua sube o baja dependiendo de las mareas.

Lo ideal para conocer la Gruta Azul es salir temprano en la mañana, para así contemplar el espectáculo de color al reflejarse la luz azul en el agua.

Visitar Varsovia en familia es buena idea en cualquier época del año. Su rica historia y esplendor cultural pueden disfrutarse sea la estación que sea, por lo que no existe un mal momento para explorar la ciudad. De hecho, los meses de otoño e invierno es la mejor época del año si lo que queréis es empaparos en la vertiente más cultural de la ciudad y disfrutar de su encanto en estado puro (en invierno, Varsovia parece salida de un cuento de hadas). Es también durante estos meses cuando la ciudad acoge vibrantes festivales como el Festival de Cine de Varsovia, en octubre, o su famoso Mercado de Navidad, en diciembre. Dos buenas excusas para sumergirse en las tradiciones locales y en la idiosincrasia del país. Pero hay más…

El Parque Łazienki es el más grande de la ciudad y uno de los mejores lugares que visitar en Varsovia en un viaje con niños en invierno. Este acogedor espacio verde no solo alberga una magnífica flora y fauna, sino que posee, además, interesantes y bellos monumentos arquitecturales, como su palacio neoclásico, sus cuidados jardines y un enorme lago. 

Uno de los mayores atractivos de este parque, sobre todo para los niños, es la población de pavos reales que deambulan libremente y contribuyen a dotar al parque de un halo casi mágico. Todo un remanso de paz  para descansar por unas horas del asfalto y donde los niños podrá corretear a sus anchas.

El Centro de la Ciencia Copernicus de Varsovia es un auténtico paraíso para los amantes de la ciencia y ¡de cualquier edad! En él, los más pequeños podrán descubrir los secretos de la naturaleza, realizar experimentos en primera persona y pasarlo en grande.

En este curioso centro, el visitante es puesto a prueba a través de diferentes experimentos sensoriales, donde conocerán sus límites, su sensibilidad a la luz, la percepción del color o la susceptibilidad ante las ilusiones ópticas. Además, en la Zona de Experimentos, podrán conocerlo todo sobre los fenómenos relacionados con las ondas y la electricidad.

Existen pocos planes en Varsovia con tanto encanto como visitar el Museo de las Casas de Muñecas (o el Muzeum Domków dla Lalek en polaco). Cuidadosamente restauradas, las 120 casitas, pequeñas tiendas y habitaciones que conforman la exposición permanente de este museo proceden de los más diversos países y épocas. En él, podréis contemplar de cerca un sinfín de detalles y descubrir no solo cómo el interiorismo evoluciona en ellas a lo largo de las décadas, sino también las modas y lo que entendemos por vida social. La más pequeña de las casitas es de unos 8×10 de planta y la más grande, de 100×100 cm. ¡Un plan perfecto para una tarde en familia!