Los mejores destinos para viajar solo
Te llevamos a varios de los mejores lugares del mundo a los que viajar solo: ciudades con mucho encanto, naturaleza, ocio nocturno y todo lo necesario para disfrutar de la mejor compañía: ¡tú!
Viajar solo es una opción más popular entre las últimas generaciones, sobre todo la millennial, debido a varios factores que reflejan nuestras cambiantes preferencias y estilo de vida. Entre estas, destaca la búsqueda de autonomía y libertad; al viajar solo, podemos tomar decisiones sin tener que adaptarnos a los deseos de otros, explorando a nuestro propio ritmo. Esta experiencia también ofrece significativas oportunidades para el autodescubrimiento y el crecimiento personal, aumentando la confianza y la independencia.
Según un estudio, el 46% de los viajeros solitarios disfrutan la libertad de hacer lo que quieren, cuando quieren
Según un estudio reciente de Solo Traveler, el 46% de los viajeros solitarios disfrutan la libertad de hacer lo que quieren, cuando quieren. Además, la tecnología ha facilitado esta tendencia, con aplicaciones y plataformas que simplifican la planificación y gestión de un viaje en solitario, volviéndolo más seguro y fácil. La flexibilidad y la capacidad de ser espontáneo, sin la necesidad de consensuar con otros, también contribuyen a la creciente atracción por esta forma de viajar.
Si ya te has decidido a viajar solo y únicamente necesitas decidirte por un destino acorde a una experiencia en solitario, hemos reunido en este artículo varios destinos en España y en el extranjero perfectos para unas vacaciones a tu aire y donde la última opción será aburrirse.
Funchal, el destino del momento donde viajar solo
Si buscas un lugar donde viajar solo y vivir una experiencia diferente, Funchal, en la isla de Madeira, es una opción inmejorable. Este destino, conocido por su clima subtropical, ofrece una variedad de actividades que satisfacen tanto a los aventureros como a los amantes del relax.
Una de las primeras cosas que debes hacer es recorrer el casco antiguo de Funchal. Pasear por sus calles empedradas, adornadas con murales y puertas pintadas, es una experiencia que te conquistará a la primera. La ciudad cuenta con numerosos cafés y restaurantes donde podrás degustar platos típicos como el bolo do caco y el espetada madeirense.
La fortaleza de São Tiago, Funchal
Más allá de la vida urbana, también para los amantes de la naturaleza Funchal es un paraíso en mayúsculas. Puedes tomar el teleférico hasta el Monte y disfrutar de una vista espectacular de la ciudad y el océano. Desde allí, no te pierdas el Jardín Botánico, un lugar perfecto para perderte entre la flora exótica. Y si buscas un poco de adrenalina, el descenso en carros de cesto desde el Monte hasta la ciudad te dará una dosis de emoción.
No olvides visitar el Mercado dos Lavradores, un mercado vibrante donde podrás probar frutas tropicales y observar la vida cotidiana de los locales. Y si te gusta el vino, una visita a una bodega de vino de Madeira es imprescindible para conocer más sobre los famosos caldos de la región.
Funchal desde la piscina del hotel Barceló Funchal Odltown, una de las mejores opciones de alojamiento en la capital de Maderia para los viajeros solitarios
Malta
Malta, un archipiélago en el corazón del Mediterráneo, es uno de los mejores destinos para viajar solo gracias a su rica historia y su ambiente acogedor. La isla es pequeña, pero está repleta de actividades y lugares con encanto de sobra. La Valeta, la capital, es una auténtica joya arquitectónica, con fortificaciones y calles estrechas llenas de edificios barrocos. Pasear por la ciudad es como retroceder en el tiempo. No te pierdas, por ejemplo, la Concatedral de San Juan y las obras maestras de Caravaggio que esconde en su exuberante interior.
El casco histórico de La Valeta, en Malta
Para un poco de relax, dirígete a las playas de arena dorada o las calas escondidas que salpican la costa maltesa. Golden Bay y Blue Lagoon son ideales para nadar y hacer esnórquel. Además, Malta es famosa por sus opciones para el buceo, con arrecifes y barcos hundidos que ofrecen una experiencia submarina espectacular.
Si te gusta la fiesta, St. Julian's y Paceville son los lugares para ti. Aquí, la vida nocturna es de lo más animada, con bares y clubes que permanecen abiertos hasta el amanecer. Pero si prefieres algo más tranquilo, Mdina, la ciudad silenciosa, ofrece una atmósfera serena con sus callejuelas y vistas panorámicas. Lo dicho, uno de los mejores destinos para viajar a tu aire y donde aburrirte no será una opción.
Un rincón con encanto en La Valeta
Conil
Conil de la Frontera, en la costa de Cádiz, es un destino ideal para quienes buscan un lugar donde viajar solo y disfrutar de la vida a su propio ritmo. Este pueblo pesquero combina playas espectaculares con un ambiente relajado y una rica cultura andaluza. Sus playas son su principal atractivo. La Playa de los Bateles, situada en el centro del pueblo, es perfecta para relajarse al sol o practicar deportes acuáticos. Para una experiencia más tranquila, las calas de Roche ofrecen un entorno más privado y pintoresco, entre acantilados y con una de ellas nudista.
Las azoteas de Conil
El casco antiguo de Conil, con sus casas encaladas y calles estrechas, es ideal para perderse y descubrir tiendas de artesanía, bares de tapas y restaurantes que sirven la deliciosa cocina local. No dejes de probar el atún de almadraba, una especialidad de la zona. Para los más activos, Conil ofrece rutas de senderismo y ciclismo que recorren la costa y el campo circundante. La ruta de los acantilados es especialmente recomendada, ya que ofrece vistas impresionantes del océano y la posibilidad de avistar aves marinas. Además, en bicicleta podrás llegar por el carril bici a otras playas y zonas como El Palmar, Zahora o los famosos Caños de Meca, tres grandes imprescindibles en la costa gaditana.
Si no sabes dónde alojarte, una buena opción es el hotel Barceló Conil Playa, recomendado para adultos, por lo que es un lugar perfecto si viajas en solitario y sin niños.
Una de las calas de Roche, en Conil
Lanzarote
La isla canaria de Lanzarote es un destino que parece de otro mundo, ideal para aquellos que buscan dónde viajar solo y explorar paisajes únicos. La isla es conocida por su geología volcánica, playas de arena negra y su ambiente tranquilo. De todos sus encantos, el Parque Nacional de Timanfaya es una visita obligada. Aquí, puedes caminar entre cráteres y campos de lava, sintiendo el calor que emana del suelo. Los guías locales ofrecen tours que explican la historia volcánica de la isla, haciendo de esta una experiencia de lo más fascinante.
Playa del Papagayo, en Lanzarote
Las playas de Lanzarote, como Playa Papagayo y Playa Famara, son perfectas para relajarse o practicar deportes acuáticos. El windsurf y el kitesurf son especialmente populares gracias a los vientos constantes que soplan en la costa. Pero Lanzarote también es conocida por la obra del artista César Manrique, cuya influencia se puede ver en toda la isla. Lugares como Jameos del Agua y el Mirador del Río combinan arte y naturaleza de una manera única. Además, los viñedos de La Geria, donde las vides crecen en hoyos protegidos del viento, ofrecen una cata de vinos muy especial. ¿Es o no es un planazo?
Los Jameos del Agua, en Lanzarote
Roma
Roma, la Ciudad Eterna, es uno de los mejores destinos para viajar solo, ya que ofrece una combinación inigualable de historia, cultura y gastronomía. Y es que la capital italiana es un museo al aire libre donde cada esquina cuenta una historia. El Coliseo, el Foro Romano y el Palatino son visitas imprescindibles para cualquier amante de la historia. Pasear por estas ruinas te transportará a la época del Imperio Romano. La Ciudad del Vaticano, con la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina, es otro punto destacado que no deberás perderte.
Comiendo un helado en Roma frente al Coliseo
Roma es también un paraíso para los amantes de la comida. Desde la pizza al taglio hasta la pasta carbonara, cada comida es una delicia. Los mercados como Campo de' Fiori ofrecen productos frescos y la oportunidad de probar especialidades locales. Y para los que disfrutan del arte y la arquitectura, Roma es un sueño sin parangón. La Galería Borghese y el Museo Capitolino albergan algunas de las colecciones de arte más importantes del mundo. Y no olvides lanzarle una moneda a la Fontana di Trevi para asegurarte de que volverás a esta ciudad mágica.
La Fontana di Trevi
Ibiza
Ibiza es famosa por su vibrante y desenfrenada vida nocturna, pero es mucho más. También es un destino fantástico para quienes buscan dónde viajar solo y disfrutar de una mezcla de ambiente festivo y tranquilidad. Y es que esta bella isla ofrece una variedad de experiencias que van más allá de los clubes nocturnos.
Playas como Cala Comte o Cala d'Hort son perfectas para relajarse durante el día. Sus aguas cristalinas y arenas blancas son ideales para nadar y tomar el sol. Y si te gusta el esnórquel o el buceo, encontrarás muchos lugares para explorar el mundo submarino.
La ibicenza cala Comte
El casco antiguo de Ibiza, conocido como Dalt Vila, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasear por sus calles empedradas y murallas te dará una perspectiva de la historia de la isla. Además, los mercadillos como Las Dalias ofrecen artesanías y productos locales que son perfectos para llevarte un recuerdo especial. Para los amantes de la naturaleza, una caminata hasta Es Vedrà, una impresionante formación rocosa frente a la costa, es una experiencia imprescindible. Así que no te olvides de sumar a tu lista de cosas que hacer en Ibiza este lugar conocido por su energía mística y vistas panorámicas al mar.
Dalt Vila
Praga
La capital de la República Checa, es uno de esos lugares para viajar solo que no decepcionan. Conocida como la Ciudad de las Cien Torres, Praga combina un rico patrimonio histórico con una interesante escena cultural. El Castillo de Praga y la Catedral de San Vito son dos de los principales hotspots. La vista desde la colina del castillo ofrece una panorámica impresionante de la ciudad. El Puente de Carlos, con sus estatuas y vistas al río Moldava, es otro de los puntos destacados que no debes perderte.
Praga en un día soleado
Praga es también famosa por sus cervecerías y bares tradicionales. Probar una cerveza checa en un pub local es casi una obligación. Además, la cocina checa, con platos como el goulash y el trdelník, es deliciosa y reconfortante, perfecta tras una mañana de turismo intenso en la ciudad.
La ciudad cuenta asimismo con una escena artística de lo más dinámica. El Museo Nacional y la Casa Danzante son dos buenos ejemplos de arquitectura moderna y de la importancia que el arte contemporáneo ocupa en Praga. Y si eres melómano/a, una experiencia que no olvidarás será asistir a un concierto en lugares tan emblemáticos como el Rudolfinum y la Ópera Estatal.
La fotogénica Praga al anochecer
Thermisia
Llegamos al final de esta lista con Thermisia, un pequeño pueblo encantador en la región del Peloponeso en Grecia. Un destino tranquilo y pintoresco ideal para quienes buscan dónde viajar solo en busca de paz y belleza natural. Este lugar, lejos del bullicio turístico, ofrece una auténtica experiencia griega. El pueblo es altamente acogedor, con tabernas donde se sirve comida local y un sinfín de locales donde interactuar con los lugareños. No olvides disfrutar de platos como la moussaka y el souvlaki, acompañados de un buen vino de la tierra.
La playa de Simos, en la Península del Peloponeso
El entorno natural aquí es impresionante. Rodeado de montañas y cerca del mar, es perfecto para el senderismo y las caminatas. Un buen enclave para ello es en las zonas de los alrededores del Monte Didimo, desde donde se obtienen unas vistas espectaculares, así como la oportunidad de explorar antiguas ruinas y monasterios escondidos. Por último, las playas, aunque menos conocidas que las de otras zonas de Grecia, son igual de hermosas y serenas que el pueblo de Thermisia. La Playa de Thermisia es ideal para nadar y relajarse, mientras que las cercanas islas de Hydra y Spetses, accesibles en barco, cuentan con otras playas que merece la pena explorar. Sin duda, un destino perfecto para desconectar, disfrutar de la naturaleza y sumergirse en la cultura local con la mejor compañía: ¡tú mismo/a!
Hydra, una ciudad con mucho encanto en el Peloponeso