Las 5 ciudades que tienes que ver en un viaje a Marruecos

Situada al pie de la cordillera del Atlas, Marrakech forma junto con Fez, Mequinez y Rabat, el conjunto de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, ya que fue capital del imperio en varias ocasiones. Hoy en día, es una de las ciudades del país con mayor carácter internacional y cosmpolita, que puede respirarse en sus calles y comercios.

Marrakech tiene el honor de poseer el zoco más grande del país y una de las plazas más concurridas de África –la plaza de Jamaa el Fna– lo que otorga a la ciudad un carácter único. Además, no te olvides visitar los jardines Majorelle, y el museo de Yves Saint Laurent, el extinto diseñador y enamorado confeso de la ciudad. Tampoco deben faltar en tu recorrido la muralla, la mezquita Koutoubia, la Medersa Ben Youssef –la escuela musulmana más grande de Marruecos–y Mellah, el antiguo barrio judío.

Y si quieres disfrutar de la ciudad de una forma única y despertar en un resort de 5 estrellas en el corazón del palmeral de la ciudad, puedes alojarte en el Barcelo Palmeraie. Un hotel de auténtico lujo, inspirado en los antiguos palacios marroquíes, y en el que, además, podrás experimentar lo que son los auténticos cuidados de Marruecos gracias a su centro wellness de 500 metros cuadrados que incluye, cómo no, su propio hammam. Por si esto no resultara suficiente, el Barceló Palmeraie recibió el Word Luxury Hotel Award como mejor Resort familiar de lujo en Marruecos y fue galardonado como el Mejor complejo de jardines de lujo. ¿Se te ocurre un lugar mejor?

A 80 kilómetros de Rabat se encuentra Casablanca, esa emblemática ciudad marroquí que siempre ha tenido un halo especial gracias a la película homónima de protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman que, teóricamente, se desarrolla en un café de la ciudad. Aunque la película realmente no se filmó entre las calles de esta ciudad marroquí, sí cuentas con un sinfín de lugares que ver en Casablanca, empezando por la Mezquita de Hassan II, la más grande del mundo tras la de La Meca.

Además, si te estás planteando un viaje a Casablanca, no puedes dejar pasar una visita a su medina, que fue reconstruida por completo después de que un terremoto en 1775 la destruyera, a su Torre del Reloj y a la plaza Mohammed V, considerada el corazón de la ciudad y que alberga algunos de los más bellos edificios de Casablanca. Para finalizar el día no puedes olvidar darte un tranquilo paseo por la Corniche, una especie de paseo marítimo con unas impresionantes vistas a la mezquita de Hassan II. Y sí, si eres un fanático de la película, deberías acercarte al Rick’s Café, decorado tal y como aparece en la gran pantalla.

¿Dónde alojarse en Casablanca? Una buena base desde la que conocer los encantos de la ciudad es el hotel Barceló Anfa Casablanca, ubicado en el corazón de Casablanca, en el barrio judío,  y con un diseño art déco que se mimetiza con el ambiente cosmopolita de la región.

Otra de las ciudades imperiales del país es Fez, considerada como el centro religioso y cultural. Su universidad –la imprescindible Mezquita Al Karaouine– es famosa por el estudio del árabe y de la religión musulmana; y su ciudadela, declarada Patrimonio de la Humanidad, es una de las más bellas del mundo.

Además de la ciudadela, lo que tienes que ver en Fez empieza por la llamada Puerta Azul que da entrada a la medina. Muy cerca encontrarás la Madrasa Bou Inania, la Madrasa Al Attarine y el Mausoleo de Mulay Idrís II y, repartidas a lo largo de la ciudad, encontrarás también preciosas fuentes que recuerdan que Fez fue una de las primeras ciudades en introducir el suministro de agua; la más conocida es la de Nejjarine.

Al igual que en el resto de las ciudades del país, es imprescindible una visita a su zoco, aunque Fez cuenta con varios; el Attarine lleno de especias, el Nejjarine repleto de carpinteros, o el Chemainne, donde encontrarás un infinidad de frutas conservadas de todas las formas posibles. Y por supuesto, en todos ellos deberás regatear sin descanso.

Si buscas opción de alohamientos, a pocos pasos  de la Medina, el Barceló Fès Medina es un hotel urbano de diseño pensado para unas vacaciones de relax en un ambiente contemporáneo.

En el mismo estrecho de Gibraltar se encuentra Tánger, ciudad refugio de numerosos artistas como William Burroughs, Jack Kerouac, Francis Bacon, Matisse o Delacroix, quienes quedaron prendados de los encantos y los colores de sus calles. Entre sus maravillas turísticas podemos encontrar su medina, las murallas y la antigua kasba, incluido el Museo de la Kasba, así como la llamada Mezquita Grande.

Si te apetece respirar un poco de brisa marina, nada como recorrer la corniche de Tánger -el paseo marítimo- con su zona ajardinada y plagada de cafés, restaurantes y terrazas. Siguiendo hacia el oeste del paseo marítimo llegarás al puerto, tanto deportivo como turístico, aunque un poco más al oeste encontrarás el puerto pesquero, con la lonja de la ciudad.

Además, en los alrededores de Tánger tienes el Cabo Espartel, la gruta de Hércules y la bellísima ciudad de Chefchaouen. Playas, villas con vistas al mar, animadas calles, cuevas, castillos y, por supuesto, ¡el mejor té verde de hierbabuena que vas a probar! Ahora, además, también alojarse puede ser toda una experiencia, ya que acaba de inaugurarse el nuevo hotel Barceló Tánger, ubicado en un emblemático edificio renovado y convertido ahora en un moderno hotel de cinco estrellas.

La animada ciudad de Agadir se encuentra en el golfo del mismo nombre, justo donde la cordillera del Atlas cae al mar. Su privilegiada situación así como su clima, la ha convertido en un importante destino de turismo de playa y en un imprescindible en tu viaje a Marruecos. Su zona de boulevares cuenta con todos los servicios, restaurantes y tiendas sin perder el encanto que solo Marruecos puede ofrecer, gracias a su medina y a las Mezquitas Mohamed V y Loubnane. Además, es interesante visitar el museo del Terremoto que permite profundizar en el seísmo que en 1960 destruyó la ciudad.

Tras el terremoto, Agadir supo reconstruirse y sacar partido a su localización y a su impresionante entorno natural con bellísimas playas. Es un destino ideal para terminar un viaje a Marruecos con unos días de descanso. Para ello te recomendamos el Allegro Agadir, un animado resort situado en el paseo marítimo que cuenta con dos piscinas, minigolf, pista de tenis y baloncesto y varios restaurantes. Un final perfecto para un perfecto viaje a Marruecos.