Los 10 imprescindibles de un viaje a Zanzíbar fuera de tópicos

La isla cuenta con varios puntos de interés. En este artículo, te contamos los diez imprescindibles que tendrás que añadir a tu itinerario en tu próximo viaje a Zanzíbar. Playas de ensueño, avistamiento de animales en libertad, actividades para toda la familia y experiencias de lo más inspiradoras para sumergirse en la mejor versión de este destino sin parangón.

Visitar Stone Town es uno de los imprescindibles de un viaje a Zanzíbar. La capital de la isla es un fascinante laberinto de callejuelas, patios escondidos de una belleza única y una riquísima historia cultural. Para sumergirte en su encanto de lleno, lo mejor es comenzar explorando los mercados locales, como el Mercado de Darajani, donde los aromas exóticos y un festín de colores te sumergirán en una experiencia sensorial que quedará para los restos. No te quedes sin visitar la Casa de las Maravillas, un edificio icónico que refleja la arquitectura swahili con sus típicos balcones tallados.

Para comprender mejor la historia y la cultura de Stone Town, una buena opción es contratar a un guía local –además, estarás contribuyendo al desarrollo económico de sus habitantes–. Estos expertos podrán llevarte a través de sus calles mientras te cuentan historias fascinantes sobre la historia de Zanzíbar, su influencia árabe y europea y sus distintos episodios históricos. Cuando cae la noche, será el momento de dirigirse al Forodhani Gardens, donde encontrarás un puñado de puestos de comida callejera en los que probar la gastronomía local más auténtica. No te vayas sin probar delicias como el zanzibarite, un delicioso rollo de mariscos, las samosas y su exótica variedad de frutas. Experimentar Stone Town desde cerca será como sumergirte en un viaje en el tiempo.

Zanzíbar es famosa por sus plantaciones de especias, de ahí que se la conozca como la Isla de las Especias. En tu viaje a Zanzíbar puedes organizar un tour por alguna de estas granjas, y conocer un poco más sobre el cultivo de especias, su importancia cultural e histórica, y cómo se usan en la cocina local. Algunas empresas locales ofrecen tours que incluyen talleres de cocina para aprender a elaborar algunos de sus platos. Sin duda, una experiencia para ser disfrutada con todos los sentidos y una de las mejores cosas que hacer en Zanzíbar.

El parque de la Bahía Jozani Chwaka es un espacio protegido de unos 50 km², siendo el único parque nacional de toda la isla. Se encuentra a 35 kilómetros hacia el sureste del municipio de Zanzíbar y es el único bosque natural que queda en la isla de Unguja (que junto a Pemba conforman las islas de Zanzíbar).

El parque incluye tres zonas del bosque, incluyendo una zona de árboles de especias replantados provenientes de diferentes partes del mundo. La mayoría de ellos son plantas medicinales y miden más de 100 metros de largo. El bosque alberga una gran variedad de vida silvestre y aves, incluido el peculiar mono colobo rojo, actualmente en peligro de extinción, que podrás verlos viviendo en libertad en un área de arbustos naturales. A los más curiosos les encantará saber que este bosque cuenta con una fascinante tradición que lo liga a los médicos brujos de Jozani y a los tigres que habitaron aquí, lo que ha dado lugar a numerosos cuentos y leyendas.

Nadar con delfines en Zanzíbar es una experiencia verdaderamente mágica y altamente recomendable si deseas sumergirte en la belleza natural del océano Índico. Para ello, lo ideal es dirigirse a la costa sur de la isla, específicamente a Kizimkazi, donde habitan grupos de delfines nariz de botella. Recuerda que, antes de embarcarte en esta aventura, es esencial tener presente en todo momento que debes hacerlo de manera responsable y respetuosa con los delfines y su entorno.

Una vez en Kizimkazi, los expertos locales te llevarán en pequeñas embarcaciones tradicionales conocidas como dhows, donde estos amigables mamíferos marinos suelen congregarse (verás que les encanta acercarse a los barcos para saludar). Una vez que los encuentres, tendrás la oportunidad de nadar junto a ellos en su hábitat natural y ser testigo de su simpatía mientras nadan libremente a tu alrededor. Eso sí, habrá que mantener en todo momento una distancia segura y seguir las indicaciones de los guías para no perturbar a los delfines ni invadir su espacio. Disfruta del momento, pero recuerda que el bienestar de estos animales ¡es la prioridad!

Conocida por los lugareños como Changuu o la Isla de la Tortuga, la Isla Prisión de Zanzíbar es un lugar lleno de historia a tan solo unos 5 kilómetros de Stone Town. Originalmente, esta isla fue concebida para ser una prisión para los esclavos, pero más tarde se convirtió en un centro de cuarentena para personas con enfermedades contagiosas, principalmente de la peste bubónica en el siglo XIX. Sin embargo, su uso como prisión fue limitado y nunca se usó masivamente para ese propósito.

Lo más destacado aquí es la presencia de las tortugas gigantes de Aldabra, una especie que fue traída desde las Islas Seychelles a fines del siglo XIX. Actualmente, estas majestuosas criaturas de caparazones imponentes deambulan libremente por la isla y son una de las principales atracciones para sus visitantes. Pero hay más. Además de las tortugas, la Isla Prisión ofrece un entorno tranquilo y hermosas playas de arena blanca, lo que la convierte en un lugar ideal para relajarse y disfrutar del paisaje. 

Conocer de cerca la vida de los pescadores locales y sus técnicas tradicionales de pesca es una de las mejores cosas que puedes hacer durante un viaje a Zanzíbar para involucrarnos en su vida local de un modo genuino y sostenible, mientras contribuimos a su sustento y economía comprando pescado fresco o consumiendo en sus puestos. Kizimkazi es un pueblo pesquero se encuentra en la parte sur de Zanzíbar y, si vas a nadar con delfines, puedes aprovechar para obtener una visión auténtica de la vida rural y cultural de Zanzíbar.

Otro pueblo recomendado es Paje, que si bien es conocido por su ambiente relajado y sus playas paradisíacas, también cuenta con una importante comunidad pesquera, que cada mañana sale al mar temprano para pescar con sus tradicionales y bellas embarcaciones de madera. En Kiwengwa, en la costa este de la isla, podrás disfrutar de una experiencia de lo más relajada, sobre una extensa playa de aguas cristalinas y arena blanca. Aquí, podrás observar la vida cotidiana de los pescadores mientras saboreas el placer de estar en un entorno natural idílico. Y si buscas un pueblo más animado, entonces dirígete a Makunduchi, uno de los más grandes de Zanzíbar, donde explorar la cultura local, visitar mercados de pescado fresco y aprender sobre las tradiciones de la isla.

La Cueva de Kuza es uno de los secretos mejor guardados de Zanzíbar y una de las cosas que ver en Zanzíbar sí o sí. Se trata de una antigua cueva de piedra caliza con agua dulce y cristalina. A ella se puede acceder fácilmente y dispone, además, de una zona de recepción con un restaurante y una gran zona con sombra para comer o relajarse tomando un refrigerio.

Alrededor de la cueva, podrás observar monos de tocón rojo, mariposas de colores y varias especies de aves. Pero, sin duda, lo mejor aquí es darse un chapuzón en las aguas turquesas de la cueva, una actividad apta para toda la familia y que, sin duda, quedará grabada en la memoria.

Si se desea, es posible reservar en empresas locales una visita para profundizar en la formación geológica de la cueva o combinar la experiencia con una clase de cocina suajili con almuerzo o talleres de percusión, danza y música suajili. ¿Existe una manera mejor de conectar con la cultura zanzibarí?

Relajarse en la playa de Nakupenda es uno de los big things de un viaje a Zanzíbar. Esta playa, cuyo nombre en español significa “te quiero” es todo un remanso de serenidad; un auténtico tesoro natural para aquellos que buscan la autenticidad de la naturaleza en su estado más primitivo.

Lo más notable de esta playa es su pureza intacta: una extensión de arena blanca y suave bañada por aguas cristalinas de tonalidades turquesas. Alejado de las multitudes y el bullicio, Nakupenda en un refugio para aquellos que buscan desconectar y sumergirse en la calma del entorno marino zanzibarí. El acceso a esta playa es también parte de su encanto. Los visitantes suelen llegar en barco desde otras zonas costeras, ya que el acceso por carretera es limitado, otorgando a esta playa una sensación de intimidad y autenticidad que no se encuentra fácilmente. Esta peculiaridad añade un toque de aventura a la experiencia que encantará a los más intrépidos. Y si te gusta practicar buceo, sus aguas son perfectas para este deporte, con profusión de arrecifes y una rica vida marina.

Y hablando de playas, no podemos saltarnos la playa Jambiani, en la costa sureste de Zanzíbar. A diferencia de las concurridas playas turísticas, Jambiani ofrece una experiencia tranquila y auténtica, manteniendo su encanto local y su cultura costera. Su principal encanto radica en la atmósfera relajada de un litoral protagonizado por palmeras y coloridas embarcaciones tradicionales que, juntos, crean una estampa de lo más pintoresca.

Esta playa es más que un destino para disfrutar del sol y el mar. Es también un enclave donde asomarse a la vida local y las actividades cotidianas de la comunidad. En sus alrededores, encontrarás también pequeños mercados y restaurantes locales donde probar la deliciosa gastronomía swahili y participar en experiencias culturales y visitas a aldeas cercanas.

El Mnarani Marine Turtle Conservation es un proyecto situado en la costa noreste de Zanzíbar, cuyo enfoque principal es la conservación de las tortugas marinas en peligro de extinción. Su programa de conservación se centra en la preservación de los hábitats naturales de estas especies, así como en la protección de sus nidos y en la concienciación sobre su importancia para el ecosistema marino. Aquí, tendrás la oportunidad de participar en actividades que contribuyen al cuidado de esta especie, como patrullajes nocturnos para identificar y proteger los nidos de las tortugas o la liberación en el océano de crías de tortugas recién nacidas.

Además de su enfoque en la conservación, Mnarani Marine Turtle Conservation también despliega esfuerzos para involucrar a la comunidad local y educar sobre la importancia de preservar las tortugas marinas, generando un impacto positivo a largo plazo en su conservación. Un plan que hace testigo al visitante del compromiso de los esfuerzos por parte de las instituciones locales para proteger la biodiversidad marina en Zanzíbar, y a través del cual contribuir a un turismo regenerativo en la isla.