¿Mayor de 65 años? Te damos los mejores destinos para viajar

Alcanzada la edad de jubilación puedes dedicar todo tu tiempo a recorrer el mundo (si el dinero alcanza y la salud lo permite), por eso hoy reivindicamos los viajes para mayores de 65 años y te proponemos los mejores destinos para hacer turismo sénior, donde el equilibro entre descanso y actividad es fundamental. Al tiempo libre se une otra peculiaridad: los diferentes descuentos de los que puedes disfrutar en la categoría de viajes para jubilados o tercera edad.

La diversidad paisajística, la riqueza gastronómica y la buena climatología hacen de España un país perfecto para acoger viajes para jubilados. Y más concretamente, Punta Umbría. En este pueblo costero de Andalucía bañado por el Atlántico, el turismo de sol y playa (kilómetros y kilómetros de arena cálida), los platos combinados de pescado fresco y la amabilidad de sus gentes te harán sentir a las mil maravillas. El municipio onubense, que forma parte de la denominada Costa de la Luz, cuenta además con balnearios y otros centros especializados en salud y bienestar.

La playa de Punta Umbría es la más pegada al núcleo urbano y, por tanto, la más concurrida por locales y turistas. La playa de los Enebrales, por otra parte, colinda con el Paraje Natural de los Enebrales y entre sus dunas puedes visualizar romero, pinos y piñoneros. La Playa de la Bota o del Cruce es también una opción maravillosa para darse un chapuzón, comer bajo la sombrilla y pasar las horas leyendo. Te recomendamos fisgonear cuáles son los clubes cercanos y consultar su programación (clases de yoga, cine de verano, charlas) durante todo el año.

Un magnífico lugar para alojarse es el Barceló Punta Umbría Mar, un acogedor y tranquilo hotel de estilo andaluz con una ubicación privilegiada frente a una magnífica playa virgen. 

Saliendo de la Península Ibérica pero dentro de España, Tenerife te tienta con su nutrida oferta de turismo para mayores de 65 años (y en general, para todos los públicos). Las Islas Canarias no solo tienen una temperatura media de 22 grados, independientemente de la temporada en la que vayas, sino que su entusiasta estilo de vida se contagia.

Sus habitantes son personas a las que les gusta disfrutar de los pequeños placeres que les proporciona su tierra: sus playas y piscinas naturales (Bollullo, El Duque, Las Américas, Las Teresitas, Masca) bañadas por el sol, sus productos autóctonos (las papas arrugadas con mojo, el gofio, el sancocho, el barraquito) y sus bailes de ritmo latino. Valoran el tiempo libre y, lo que es más importante, saben cómo aprovecharlo. Así pues, son cientos las actividades en Las Canarias para personas mayores de 65 años. En el Cabildo de Tenerife, por ejemplo, se organizan excursiones por los senderos de la isla, talleres de teatro, deportes e incluso voluntariados en museos para transmitir su sabiduría a los más jóvenes.

¿Dónde alojarte? El hotel Barceló Tenerife, un alojamiento que combina los  servicios e instalaciones más exclusivos con el patrimonio natural y cultural del bello entorno paisajístico en el que se ubica, en primera línea de mar y en plena naturaleza volcánica a tan solo 10 minutos del aeropuerto.

Turismo rural en un enclave único y lleno de historia. Esto te espera en unas vacaciones en Canfranc, donde se encuentra la mítica estación del mismo nombre, que acoge hoy un hotel de 5 estrellas: Estación Canfranc, a Royal Hideaway Hotel. 

En los alrededores de la estación las fronteras se funden en un espeso manto de bosques y el tiempo se detiene para disfrutar sin prisas de cada una de las experiencias que ofrece este destino. Muy cerca se encuentra el pueblo Canfranc,  repleto de lugares de interés, por lo que merece mucho la pena darse un paseo por sus calles y aledaños. El pueblo se sitúa en el Camino de Santiago y su origen se remonta al siglo XI cuando la escasez condujo a sus habitantes a dedicarse al comercio y a recibir a los peregrinos.  

La tranquilidad aquí es una constante, invitando a descubrir los arededores con la calma. La localidad posee varios lugares de interés de arquitectura religiosa, entre los que destacan la iglesia de la Asunción, una primitiva iglesia parroquial del siglo XII construida durante diferentes períodos arquitectónicos; las ruinas de la Iglesia de la Trinidad, datada de mediados del XVI y abandonada en el XIX; y la moderna iglesia de Nuestra Señora del Pilar, diseñada por Miguel Fisac en 1965. 

Un destino que es ya un secreto a voces para los amantes del slow travel y de un turismo conectado con la naturaleza y la historia, pausado y sin prisas. 

¿Sabes qué son las bodas de plata, perla o coral? Las primeras se celebran cuando una pareja lleva casada 25 años, las segundas 30 y las terceras 35. También son la mejor excusa para marcarse un viaje de amor por todo lo alto. 

Dado que Punta Cana es uno de los destinos favoritos para ir de luna de miel, por qué no viajar a República Dominicana para celebrar la perdurabilidad del compromiso. Al final y al cabo, la idílica estampa que proyecta esta localidad dominicana, que limita con el Caribe y el océano Atlántico, es la misma: playas de arena fina, aguas de un azul añil y ese aura de exotismo que lo impregna todo.

Además de entregarte al placer de no hacer nada en la tumbona del hotel con una Banana Mama en una mano (cortesía del todo incluido) y un libro en la otra, otras cosas que puedes hacer son conocer sus playas, planificar excursiones selva o mar adentro y recorrer su naturaleza. Dejaos caer por la paradisíaca Playa Bávaro, una de las playas más famosas del mundo; piérdete en los bosques tropicales y las lagunas de agua dulce de la Reserva Ecológica Ojos Indígenas; invertid un día en recorrer sosegadamente el Parque Nacional de Los Haitises o haced turismo cultural en la ciudad de Santo Domingo.

Es, sin duda, uno de los viajes turístico para jubilados por excelencia, porque dispone de ese equilibro entre descanso y actividad que mencionábamos anteriormente. Por un lado, acoge algunas de las playas más epatantes del planeta y, por otro, es la cuna de la civilización maya, por lo que sus restos arqueológicos son otro de los grandes reclamos. Ningún viaje a la Riviera Maya está completo sin pisar Cancún y Playa del Carmen. Tampoco lo está sin conocer el templo Chichén Itzá, catalogado como una de las maravillas del mundo, bañarse en Isla Mujeres y en alguno de sus cenotes naturales, subir a la pirámide de Cobá y desplazarse hasta Tulum.

¿Se te ocura mejor manera para celebrar la vida?