Los grandes volcanes de América en primera persona
La Ruta Colonial y de los Volcanes de América atraviesan más de 1.000 kilómetros en forma de volcanes y naturaleza. ¿Te vienes?
Desde Antigua, en Guatemala, hasta Panamá; transcurre la Ruta Colonial y de los Volcanes de América, un recorrido que vertebra el antiguo Camino Real, construido por los españoles sobre las rutas indígenas preexistentes, atravesando Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador: más de 1.000 kilómetros de naturaleza y aventura en forma de volcán que se pueden subir, cabalgar y hasta disfrutar deslizándose en una tabla por sus arenas o buceando en las aguas de lagos de las calderas volcánicas donde hace cientos de años hubo un volcán.
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Parque Nacional del Volcán de Pacaya y Laguna de Calderas
A menos de 50 kilómetros de la ciudad de Guatemala es uno de los volcanes mejor preparados para la visita (y puede que el más interesante en toda Centroamérica). Para ascender (se puede llegar a escasos cien metros del cráter) basta con emprender una caminata de alrededor de tres horas, relativamente sencilla y con algún tramo de mayor dificultad. En el camino te toparás con la Laguna de Calderas, un antiguo cráter que con el tiempo se ha llenado de agua y junto al que sobreviven algunas fumarolas a su alrededor. En él te puedes bañar y hasta cruzarlo en las tradicionales balsas de juncos.
El Salvador: Parque Nacional Los Volcanes
El país más pequeño de Centroamérica, El Salvador, está situado en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se ubican la mayoría de los supervolcanes del planeta, y cuenta en una extensión de 20.000 kilómetros cuadrados con 170 volcanes; más de una decena de ellos activos.
Entre los departamentos de Santa Ana y Sonsonat, en el extremo oriental de la Cordillera Apaneca-Ilamatepec y junto a la zona cafetera, a unos 65 kilómetros al oeste de la capital, se encuentra su mayor exponente: el Parque Nacional Los Volcanes, que cuenta con tres accesos habilitados para acceder a las cumbres de sus tres volcanes principales: el Izalco, el Cerro Verde y el Santa Ana (o Ilamatepec).
Tanto al Santa Ana como el Izalco se puede llegar a pie, en alrededor de cuatro horas. Santa Ana es uno de los puntos más altos de El Salvador y esa es la razón por la que desde su cumbre también se obtengan unas de las vistas más espectaculares, con el Lago de Coatepeque, un precioso lago de aguas cálidas donde miles de años atrás hubo un volcán y donde ahora se practican deportes acuáticos, entre ellos el buceo.
Izalco es el más joven y el más famoso de los volcanes salvadoreños, y de hecho es conocido ya desde hace décadas como el “faro del Pacífico”, por sus erupciones que se podían ver desde el mar. La última de ellas tuvo lugar en 1966.
Nicaragua: Parque Natural Volcán Mombacho.
A la ciudad de Granada, ‘la Gran Sultana’, hay que ir para conocer todo su pasado colonial. Pero no solo a eso. También para visitar el Parque Natural Volcán Mombacho. El cono que le da nombre se levanta 1.400 metros sobre el nivel del mar. A él se llega caminando o en un vehículo apropiado. Una vez allí, varios senderos bordean el cráter principal, extinto hace cientos de años y totalmente cubierto de vegetación y un rico ecosistema, hogar de medio centenar de mamíferos, reptiles, anfibios y aves, y de una variadísima flora autóctona. Desde la cima, donde también hay un pequeño museo y un laboratorio vulcanológico, salen diferentes senderos para conocerlo.
Desde un punto panorámico se obtiene también una impresionante perspectiva, con el lago Cocibolca, la laguna de Apoyo y la ciudad de Granada. Aunque también se pueden obtener bonitas vistas a la vez que se hace deporte. El Canopy Tour es un recorrido de alrededor de 600 metros por las copas de los árboles, que se realiza con cuerdas de acero o sobre puentes de madera.
Por otro lado, también en Nicaragua, en el departamento de León, se encuentra el volcán más joven de Centroamérica, el Cerro Negro. Ubicado de 726 metros de altura sobre el nivel del mar es, además, uno de los más activos de la región (de hecho su última erupción tuvo lugar el 5 de agosto de 1999). Los visitantes pueden deslizarse en una tabla de madera sobre sus empinadas laderas de arenas negras.
Para visitar todos los volcanes del país y combinarlo con unos días de mar, el resort Barceló Montelimar cuenta con 293 habitaciones en primera línea de playa, rodeado de vegetación tropical y vistas al Pacífico.
Costa Rica: Parque Nacional Volcán Poás
Costa Rica se encuentra también dentro del llamado “cinturón de fuego del Pacífico”.
El conocido como país más pacífico del mundo, posee 112 volcanes, cinco de los cuales permanecen activos. El Volcán Poás, a 2.708 metros sobre el nivel del mar, tiene el cráter de tipo géiser más grande del mundo, con 300 metros de profundidad y un diámetro aproximado de 1,7 km, que puede verse desde San José, la capital del país. El Parque Nacional Volcán Poás incluye variados hábitats naturales y diversidad especies de plantas y animales en una extensión de 5.600 hectáreas que pueden recorrerse a través de los senderos marcados, algunos con fumarolas y las erupciones tipo geysers.
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Panamá: Parque Nacional Barú
Con 3.474 metros sobre el nivel del mar, el Barú, en la provincia occidental de Chiriquí, en la Cordillera de Talamanca, es el pico más alto de Panamá. Además de poder hacerlo en un 4X4, hay dos rutas a pie para ascender al volcán principal: una más sencilla y para todos los públicos, y otra, más exigente, solo apta para avanzados (desde los poblados de Boquete o desde el poblado de Volcán); ambas entre bosques tropicales húmedos. La recompensa es doble, pues desde su cumbre, con forma de herradura, se pueden ver tanto el Mar Caribe como el Mar del Sur.